El PSE advierte de que su 'gesto' con el Presupuesto no es un cheque en blanco

El Gobierno dispone desde ayer de 145,7 millones de euros añadidos a los autorizados por el Parlamento en enero. La aprobación de la Ley de Medidas Adicionales fue posible por la anunciada abstención del PSE-EE, ya que PP y Batasuna votaron en contra. Los socialistas advirtieron de que su abstención es un 'gesto de buena voluntad' que esperan ver correspondido con la rectificación del comportamiento 'arrogante, soberbio, irresponsable y torpe' del Gobierno, pero no un 'cheque en blanco' ni un 'aval' para éste.

La Ley de Medidas Adicionales a los Presupuestos de la comunidad autónoma quedó aprobada ayer gracias a la abstención del grupo socialista y con los únicos votos a favor de los grupos del Gobierno tripartito, mientras que el PP y Batasuna votaron en contra.

El PSE-EE, que ya anunció la semana pasada que facilitaría de ese modo la aprobación del proyecto, no se privó ayer de criticar duramente el comportamiento del Gobierno durante todo el trámite de los Presupuestos. Pero su portavoz, Víctor García, deseó que con la votación de ayer se diera por cerrado 'un lamentable primer tramo de la legislatura'. Éste estuvo caracterizado, dijo, por la 'arrogancia y la soberbia', 'la irresponsabilidad y la torpeza' del Gobierno, al que pidió rectificar esta actitud, que le llevó sacar del Parlamento una ley 'de saldos presupuestarios', con Batasuna en papel de árbitro. García recordó que la ley presupuestaria no tiene siquiera nombre y que no se aprobó el artículo que refleja el estado general de ingresos y gastos.

El portavoz socialista reconoció que incluso el modo en que el Ejecutivo ha sometido el proyecto aprobado ayer al Parlamento, con el procedimiento de lectura única -que no permite enmiendas ni votar partidas por separado- contiene 'buenas dosis de chantaje moral'. A pesar de ello, afirmó creer que 'nos encontramos en una etapa diferente'.

García justificó la abstención de su grupo en las partidas para seguridad y protección de personas amenazadas, derechos humanos y víctimas del terrorismo contenidas en la ley, pero advirtió de que su 'gesto de buena voluntad no supone un cheque en blanco al Gobierno'. 'Se equivocaría gravemente si interpretara nuestra oposición responsable como un aval para gobernar sin el adecuado respaldo parlamentario', añadió. Toda la intervención del portavoz socialista rezumó una cierta advertencia de que el PSE ha adoptado la decisión de dejar pasar le ley de ayer como un test al tripartito. Fuentes autorizadas de ese partido confirman este extremo y reconocen que su abstención de ayer sólo se explica 'en un contexto', el iniciado con la reunión del 22 de febrero con el lehendakari Juan José Ibarretxe y sus primeros compromisos de acción unitaria contra el terrorismo y el acoso a los no nacionalistas.

El PP mantuvo su voto contrario. Frente a lo sostenido por la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia, que estimó que la aprobación del proyecto dotaba de seguridad jurídica a las cuentas anuales, el portavoz popular, Antón Damborenea sostuvo exactamente lo contrario.

Damborenea denunció que, con el señuelo de las dotaciones para seguridad, lo que ha perseguido y obtenido el Gobierno es el permiso del Parlamento para endeudarse -a juicio del PP, innecesariamente- hasta en 1.550 millones de euros. Y también, el poder de distribuir como quiera los créditos presupuestarios, ya que no hay adjudicación de cantidades y sólo se informará a posteriori en las respectivas comisiones parlamentarias.

Batasuna estimó que el PNV ha roto la promesa de 'no contar con el PSE' sin un cambio en las posturas de fondo de este partido. Su portavoz, Antton Morcillo, relacionó la votación de ayer del PSE con las de los presupuestos de las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa, aprobados también con ayuda socialista.

Los 145,7 millones de euros se desdoblan en dos grandes bloques: 41,7 millones financiarán actuaciones de seguridad, derechos humanos, apoyo a víctimas, adecuación de efectivos de la Ertzaintza, funcionamiento del Parlamento y el Tribunal de Cuentas y el Plan Euskadi en la Sociedad de la Información. Los otros 104 millones irán a los planes de ciencia y tecnología y de promoción económica, al Plan de Infraestructuras Económicas y Sociales, con créditos específicos para la nueva Feria de Muestras de Barakaldo y aportaciones para los proyectos Bahía de Bizkaia Gas y Bahía de Bizkaia Electricidad.