La deuda de CACSA suma ya 679 millones de euros, según la oposición

El 'grave desequilibrio financiero' y la 'dramática' situación que por ello sufre la empresa pública Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA (CACSA), cuya deuda sumará este año 679 millones de euros (113.000 millones de pesetas), hacen necesario un plan de viabilidad, según defendió ayer la oposición en las Cortes. Sin embargo, el PP, que se adjudicó la paternidad del Museo de las Ciencias, rechazó la iniciativa de los socialistas por considerar que el proyecto, que calificó de 'social y económicamente viable', se ha convertido en un 'referente' en España y en Europa.

La iniciativa, que el Grupo Socialista-Progressistes presentó hace 14 meses, reclamaba la redacción de un plan de viabilidad para CACSA que prevea un contrato-programa con la Generalitat 'que asegure el funcionamiento y la transparencia debida en su gestión, que fije objetivos y que condicione la financiación pública a su cumplimiento'. En su defensa, la diputada María Antonia Armengol destacó que los preocupantes datos económicos que justificaron la iniciativa -los correspondientes al año 1999- se han visto agravados al cierre del ejercicio siguiente, según refleja el informe de la Sindicatura de Comptes correspondiente al año 2000. Y desgranó toda una serie de cifras: una deuda que este año sumará 679 millones de euros, unas pérdidas que en 2000 superaron los 30 millones, un activo circulante de 57 millones de euros y un pasivo de 206 millones, por lo que la sociedad tiene un fondo negativo de casi 150 millones de euros, y un capital social de 30 millones de los que sólo se han desembolsado 18.

La repercusión de estas cifras en el conjunto de las finanzas de la Generalitat hace necesario y urgente un plan de viabilidad para la empresa, defendió Armengol, quien señaló que el 'grave desequilibrio financiero' convierte en 'dramática' la situación de CACSA. Ésta 'entraría en la causa de disolución' que prevé la Ley de Sociedades Anónimas si el balance se hiciera con el capital social real.

'La ha cascado'

El portavoz adjunto de Esquerra Unida, Joan Antoni Oltra, secundó la iniciativa. CACSA es un 'enfermo grave que está en una fase terminal', según Oltra, que añadió: 'CACSA la ha cascado'. El diputado de EU recordó que la titularidad de los derechos de ocupación de los terrenos en los que se asienta la Ciudad de las Artes y las Ciencias continúa sin clarificarse y señaló que la empresa pública es un 'mal ejemplo' en cuanto a transparencia en la política de contratación. 'Nadie puede decir qué va a costarnos CACSA; nadie puede decir cómo va a acabar y cuál es la inversión ruinosa final', dijo Oltra, quien añadió que la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que nació como un proyecto 'faraónico', se ha convertido en un 'proyecto fanfarrónico, desmesurado y mastodóntico'.

Los dos portavoces de la oposición coincidieron en señalar que la sociedad pública 'lo tiene todo empeñado a 20 años vista', que se ha convertido 'en uno de los grandes agujeros financieros de la Generalitat' y que los costes de mantenimiento del complejo pueden hipotecar su funcionamiento futuro. Por todo ello, reclamaron una intervención 'drástica' para sanear la empresa.

Sin embargo, el portavoz de Economía del Grupo Popular, Ricardo Costa, dibujó un panorama muy distinto. Tras descalificar la iniciativa de los socialistas por 'desfasada y huidiza, redundante y mal planteada' y asegurar que su objetivo era 'desacreditar un proyecto que ellos [los socialistas] no pudieron hacer', Costa dijo que la Ciudad de las Artes es 'social y económicamente viable', que está en periodo de expansión y de finalización de las obras y que su solvencia está garantizada. Costa dijo que el proyecto representa 'la mayor inversión en materia científica y cultural' de la Comunidad Valenciana, 'que ha generado ya más de 12.000 empleos indirectos', tiene una facturación anual de 126 millones de euros y se ha convertido en un 'referente' en España y en Europa. Según explicó el diputado popular, 'de cada euro invertido se ha generado un euro adicional de actividad económica'.

Costa atribuyó al PP la paternidad del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, cuando éste, junto con el Hemisfèric, forma parte del proyecto inicial del Consell socialista, del que los populares eliminaron la torre de comunicaciones para sustituirla por el Palau de les Arts y al que añadieron el Oceanográfico, dos infraestructuras que todavía están en obras.