El Gobierno impedirá que bancos y cajas redondeen las hipotecas al alza

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunció ayer en el Senado su intención de mejorar la regulación de las cláusulas de redondeo en los préstamos hipotecarios. Su intención es actuar con la máxima celeridad en la modificación de una orden del año 1994 que regula las condiciones de las hipotecas. El senador de Entesa Catalana de Progrés Ramón Espasa situó en hasta 3.600 euros el coste del redondeo para el titular de un préstamo de 120.200 euros en un plazo de 15 años.

Rato respondía ayer a una pregunta del senador catalán sobre los problemas de redondeo en las hipotecas. El redondeo se produce cuando, al revisar el tipo de interés del crédito, la entidad financiera decide elevarlo o reducirlo para que coincida con un múltiplo de 0,25 o 0,10. Espasa subrayó que la práctica habitual de las entidades financieras es el redondeo al alza.

El vicepresidente recordó que la única legislación vigente al respecto es una orden del año 1994, que si bien no contempla la posibilidad del redondeo en sí mismo, sí estipula la obligación por parte de la entidad financiera de informar al cliente sobre su existencia. 'El Gobierno se compromete a revisar esta orden', aseguró Rato, con el fin de 'garantizar un mayor equilibrio' entre los intereses de las entidades financieras y los de sus clientes.

Rato recordó al respecto que existe una sentencia del Tribunal de Primera Instancia número 20 de Madrid que declaró nulas las cláusulas de redondeo de los préstamos hipotecarios de una entidad financiera, si bien recordó que esa sentencia está recurrida y que, por tanto, ni es firme ni crea jurisprudencia.

El senador Espasa felicitó a Rato por el compromiso de reformar una norma que, según dijo, está 'un poco anticuada'. Añadió que la cláusula de redondeo al alza, además de ser 'abusiva', provoca 'inequidad' en las relaciones entre las entidades financieras y sus clientes.

Por ello, el senador instó al Gobierno a que diga 'claramente' que la cláusula de redondeo debe ser retirada de todos los contratos de préstamos hipotecarios y que el redondeo se producirá de acuerdo con el interés de las partes. 'Estamos hablando de unos 6.000 millones de euros que podrían estar en el bolsillo de los españoles y están en las arcas de los bancos por aplicación de esta cláusula', denunció Espasa.