El festival OFFF 2002 reivindica el poder creativo de Flash
Trabajos como los de Hoogerbrugge representan una nueva tendencia en el mundo de la creación
En los inicios del desarrollo del arte en Internet, la falta de instrumentos críticos autónomos hizo que se trasladara al mundo de la creación virtual la vieja polémica entre arte y diseño. Una polémica que los confines más fluidos e indefinidos del mundo virtual, junto a la obra de artistas como Han Hoogerbrugge, desinflaron rápidamente. Este proceso coincidió con el reconocimiento de las cualidades artísticas del Flash, un lenguaje de programación que se consideraba apto tan sólo para diseñadores de páginas.
Hoogerbrugge forma parte de una generación de artistas que reivindica el uso de todas las herramientas a su alcance. Tras estudiar en la Academia de Arte de Rotterdam, a finales de la década de 1980 empezó a experimentar con los medios tradicionales, sobre todo pintura, escultura e instalación.
'Fue precisamente la imposibilidad de expresar mis inquietudes con estos medios lo que me empujó en 1996 a empezar un cómic basado en mi vida como artista... algo así como un autorretrato en forma de tebeo en red', explica Hoogerbrugge. Así nació Modern Living.
Serie neurótica
Al principio se trataba tan sólo de un cómic en Internet, pero pronto el artista empezó a desarrollar un trabajo concebido para la red, basado en las animaciones. En 1998 lanzó Neurótica-series, una serie de culto para flasheros: 99 breves episodios en equilibrio entre el surrealismo y el minimalismo.
Todos requieren la interacción del público y, a pesar de que se trata de una intervención mecánica que no le permite modificar la obra (otro de los grandes temas de debate del mundo del net.art), sí permite disfrutarla en dos tiempos modificando completamente su percepción.
Se trata de una interactividad sencilla, pero no evidente, y hay que buscarla en un juego de sugerencias, que descubre al usuario el placer de la narración on line.
Lo mismo pasa con Flow, su última obra que opta al premio en dos de las ocho categorías del OFFF 2002, el Online Flash Film Festival, que celebra su segunda edición entre hoy y el sábado en Barcelona.
Joshua Davis
Gracias al espectacular éxito del año pasado, los organizadores han podido ampliar el programa, añadiendo al concurso de cortometrajes en Flash, un intenso calendario de conferencias y talleres impartidos por algunos de los artistas de referencia del diseño de web.
Entre ellos destaca Joshua Davis, conocido entre los diseñadores más que por haber ganado Ars Electronica, por apoyar el desarrollo de los programas de código abierto y por compartir el resultado de sus investigaciones a través de su laboratorio en la red. Es una opinión difundida que si no fuera por Davis, Internet no sólo tendría un aspecto distinto, sino que también funcionaría de forma diferente. En OFFF, le acompañan otros responsables del reconocimiento artístico del Flash: James Paterson y Florian Schmitt.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.