El mal menor

Lo debió ver fatal. Muy mal tras el descanso. No puede ser de otra forma porque Carles Rexach, el técnico del Barça, salió de un apuro al final del encuentro. Quizá vio que el partido se le iba y al final, acabó sumando un punto. "¿Si llegué a pensar que iba a ser yo el que iba a truncar la racha de que el Madrid lleva 18 años sin ganar aquí?", se preguntó al término de la rueda de prensa. "¡Ya hubiera sido el colmo! ¡Demasiado fuerte! Yo, como barcelonista, espero que no ganen nunca". Charly lo procuró pero ocurre algo desde hace semanas: que su ironía, su socarronería no es un argumento suficiente para animar a la afición. El Barça lleva una semana para olvidar: perdió en el campo del Betis (y se le empezó a ir la Liga) y tampoco pasó del empate ante el Liverpool (y se complicó de forma enorme el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones). Quizá le queda el consuelo de que el Madrid no le dio ayer un golpe fatal.

"Está claro que un empate en casa ante el eterno rival es un mal resultado. Pero también es cierto que en la primera parte jugamos mal y que tampoco es para desmoralizarse porque en la segunda parte jugamos bastante bien. La gente tiene que ver que jugando así podemos ganar a cualquiera", señaló resuelto el entrenador, que, en la víspera del encuentro había admitido que una derrota hubiera sido terrible porque supondría perder prácticamente la Liga. Anoche, Charly sacó fuerzas para vender más ilusión y dijo que quedan aún 24 puntos y que hoy estará pendiente del marcador del Valencia en Vallecas. "De todas formas", admitió, "en mis cálculos no entrada este empate".

El Barça se conformó casi con el reparto de puntos porque admitió que estuvo a merced del Madrid en prácticamente toda la primera mitad. "Nos hemos obsesionado muy pronto con el gol y hemos pagado el esfuerzo físico del miércoles ante el Liverpool. Luego, con más hombres en el centro del campo lo hemos compensado. El resultado me parece equilibrado porque la primera parte ha sido del Madrid y la segunda, nuestra", dijo el técnico. Pese a que el Barça vive una situación al borde del abismo, el vestuario se considera capacitado para superar el martes la díficil prueba que le aguarda en Estambul, donde se jugará ante el Galatasaray lo que queda de año. "Hemos jugado cuatro finales consecutivas en poco espacio de tiempo y el equipo lo ha notado. Yo espero que la final definitiva en Turquía la pasemos porque sino nos quedaremos en la calle. No me gusta hablar de suerte. Ni tenemos la mínima suerte para ganar un partido. Esto puede cambiar algún día y espero que pase en el último encuentro de esta fase europea. Quizá jugamos mejor ante el Liverpool o Betis. Pero hoy [por ayer]con menos ocasiones, hemos hecho un gol". No tendrá más remedio que hacer cambios: Rexach anunció que hará retoques en el equipo apostando por hombres más descansados. Y no ocultó que tanto Rivaldo como Luis Enrique están prácticamente al borde de sus fuerzas. "Pero lo que me preocupa más son los despistes que cometemos con las faltas a balón parado porque en una de esas tonterías te puedes quedar fuera".

También los jugadores buscaron un agarre para no caer en el desespero. "Nada está perdido", esgrimió el italiano Coco. "Un punto no es suficiente, porque el Madrid se queda a seis, el Valencia se puede ir a nueve y el Deportivo ganó. Todo se pone más difícil. Pero nos vienen dos partidos asequibles y podemos sumar seis puntos. Debemos seguir luchando por la Liga hasta el final". Bonano prosiguió: "Quedan aún muchos puntos por disputar en la Liga, pero tenemos demasiados equipos por delante y muchos puntos de diferencia con relación al primero. Estamos dejando escapar oportunidades, especialmente en casa. Nos falta definir". El portero argentino buscó las causas de este problema en el desgaste físico. "Eso se nota", agregó. "Jugadores que contagian como Puyol, lo acusa. Contra el Liverpool le noté muy cansado. Estamos jugando al límite".

La confianza de Gaspart

Joan Gaspart, presidente azulgrana, prefirió valorar el empate hoy cuando conozca el resultado del Valencia. "Si pierde le restaríamos un punto y no habrá sido tan malo. Pero si gana habremos empeorado. El hecho de que el Madrid siga sin ganar en el Camp Nou no arregla nuestra situación". El vicepresidente Gabriel Masfurrol se mostró más contundente: "El juego del Barça no me ha gustado. El Madrid nos ha superado en la primera parte. Y en la segunda sólo el pundonor y el calor del público nos ha permitido levantar un poco el partido. Llevamos varios partidos que no vamos bien. Y el martes, en Turquía será un infierno. Quiero pensar que la suerte y, quizás, la fuerza de los jugadores nos permitrán clasificarnos para cuartos de final de la Liga de Campeones y coger de nuevo la honda de la competición".