'Lucía Bosé dice que es más lógico matar a alguien que guardarle rencor'

La idea se le ocurrió hace varios lustros, cuando conoció a gente de relevancia en el panorama político, social y cultural español que mostraba una gran amabilidad en su proyección pública. Gente como Enrique Tierno Galván o Manuel Gutiérrez Mellado. '¿Cómo serían en su vida privada? ¿qué hay detrás de ellos?', se preguntó Begoña Aranguren (Bilbao, 1949). La idea quedó en barbecho, hasta que años después, la periodista, sobrina del filósofo José Luis Aranguren, dio cuerpo a su proyecto a través de una serie de entrevistas recientes con diez mujeres que han compartido gran parte de su vida con hombres de reconocida reputación en distintos ámbitos, desde el literario, hasta el empresarial, pasando incluso por el mundo de los toros. El resultado es La mujer en la sombra. La vida junto a los grandes hombres (Aguilar), presentado ayer en Valencia a los medios de comunicación. Una vez acabado, ya está pensando en otra aventura editorial, esta vez, en dirección inversa: los hombres que viven a la sombra de grandes mujeres. 'Pero no sé si los hombres serían tan honestos y sinceros y podrían eliminar esa cultura del amor propio tan arraigada' que les impide, quizá, hablar desde esa posición, se cuestiona Aranguren.

Desde una actitud siempre 'respetuosa', apostilla, la periodista trufa con sus impresiones y reflexiones los recuerdos y testimonios de mujeres como Lucía Bosé (esposa del torero Luis Miguel Dominguín); Josefina Camacho (del sindicalista Marcelino Camacho); Elena Salvador (del doctor Antonio Puigvert); Yvonne Hortet (del escritor y editor Carlos Barral); Pilar Belzunce (del escultor Eduardo Chillida); Victoria Rodríguez (del dramaturgo Antonio Buero Vallejo); Asunción Carandell (del escritor José Agustín Goytisolo); Silvia Arburúa (del político Marcelino Oreja); María Felisa Guerra (del arquitecto Javier Saenz de Oiza), y Dorinda Ramos (del empresario Eduardo Barreiros).

Aranguren, ex compañera de José Luis de Villalonga, asegura que se trata de un homenaje a las mujeres anónimas y a todas esas mujeres de maridos famosos que, muchas veces, 'gracias a ellas' llegaron a ser 'gente importante'. 'No sé si hubieran conseguido esa posición sin ellas', reitera la periodista, que se declara feminista, pero contraria a la guerra de sexos, que es 'una cosa pesadísima'.

Entre las mujeres entrevistadas, le sorprendió muy favorablemente la sencillez y la 'falta absoluta de rencor' de Lucía Bosé, que vivió una gran y tormentosa 'pasión' con 'el rey del mambo', Luis Miguel Dominguín, que acabó como la película de La guerra de los Rose. El torero, como le llamaba la actriz, cometió una infidelidad tras otra, 'lo mismo se acostaba con Ava Gardner que con la bigotuda que trabajaba en su casa', apunta Aranguren. Pero Bosé, haciendo gala de un carácter entre italiano y mexicano, considera que 'es más lógico matar a alguien que guardarle rencor', recuerda la periodista mientras sonríe.

Puede que el testimonio que más le ha impresionado haya sido el de Yvonne Hortet, la mujer de Carlos Barral: 'Tuvo una vida muy difícil. El editor era un hombre muy difícil de tratar. Hay una frase que me dijo Ivonne que se me ha quedado grabada: 'Yo he pensado siempre que al lado de Barral iba a aprender, a estudiar, a saber, y luego de todo eso nada'. En la relación entre ambos, con muchos claroscuros, hay que contar con la presencia de los escritores catalanes de la llamada gauche divine, 'que tenían más de divine que de gauche', apostilla Aranguren.

'A pesar de que fuesen intelectuales, civilizados y, supuestamente, educados de otra manera que el resto, nada cambiaba. (...) Eran muy progresistas, pero ellos no se levantaban a hacer caldo ni a dar el biberón al niño', afirma en el libro la viuda. Hortet destaca en el libro la gran creatividad de Barral, al tiempo que evoca cómo vivían en los años sesenta, cómo había de atender a todos los amigos escritores del editor. 'Mira, por ejemplo, Jaime Gil de Biedma llegaba a casa de sport. Luego empezaban a tomar copas y a las siete de la mañana se vestía de señorito (...) y se iba a trabajar a Tabacos de Filipinas', relata Hortet a Aranguren.

No se trata de desmitificar a nadie, comenta Aranguren, sino de dar otra visión de hombres relevantes. El libro contiene información diversa, y no sólo de las vidas privadas. Responsable del programa Epílogo, de Canal Plus, en el que ha entrevistado a más de cincuenta personalidades, la autora afirma que su propósito ha sido también rescatar los testimonios de unas mujeres que convivieron con unos hombres que han protagonizado en gran medida la vida de España de la última mitad del siglo XX.