'Cuando llegó aquí, pensé que Valerón estaba perdido para el fútbol'

Tras la exhibición de Highbury, toda la prensa inglesa se deshacía ayer en elogios hacia el Deportivo, el equipo europeo del momento. En su banquillo, desde hace cuatro temporadas, se sienta Javier Irureta, de 53 años, uno de los técnicos españoles ya con mejor currículo. Esta entrevista fue realizada horas antes de la gran noche ante el Arsenal.

Pregunta. ¿Para qué sirve ganar si no da tiempo a disfrutar las victorias?

Respuesta. Vivimos en la época de la eficacia. No se gana tanto por el hecho de alegrarse de los triunfos como por la necesidad de ser eficaz, de ofrecer un rendimiento tangible, sobre todo en el plano económico.

P. Después de 14 años como entrenador en Primera, ¿en qué ha cambiado el juego?

'Con Tristán sí tuve problemas: venía de una cultura poco relacionada con el sacrificio'

R. Me parece todo tan lejano. Recuerdo que mi primer partido fue un Logroñés-Atlético. El debut de Futre en España, y jugaba Donato en el Atlético. Si algo ha variado en el juego es la velocidad, todo se hace con más rapidez. Y creo que la técnica de los jugadores ha mejorado.

P. Cruyff opina lo contrario.

R. Hablo desde la posición de un entrenador que primero tuvo que dirigir a equipos que sólo pretendían salvarse del descenso. Ahora es otra cosa. Le tengo una gran admiración a Cruyff y me interesan mucho sus opiniones, pero el fútbol no es sólo técnica. Hay otros valores. Yo vengo de otro mundo y por eso puedo decir que, por fortuna, cada vez me he encontrado con mejores equipos.

P. Por su talante, ¿le pondría muchas objecciones al Barça de Cruyff?

R. No, tenía la estructura adecuada para hacer ese tipo de fútbol. En algunos casos también presentaba debilidades. Recuerdo que, en mi época en el Oviedo, les ganamos con once aldeanos, como dirían en Bilbao. Ahora bien, hay muchas cosas en las que coincido. Por ejemplo en que no es saludable tener demasiada gente por delante del balón. Es cierto, produce confusión y desequilibrio, y además no siempre puedes tener la pelota. Habrá algún momento en el que la pierdas. Cuando eso sucede debes disponer de una estructura firme.

P. ¿Qué responde a quienes le tachan de conservador?

R. He tratado de adaptarme a las situaciones, y no todas han sido como las actuales. Creo que es difícil tachar de conservador al entrenador de un equipo que hizo 73 goles la pasada temporada. Pero vengo de dirigir al Sestao, al Logroñés... Hay muchos que no saben lo que es llevar a estos equipos. ¿Por qué se me define como conservador? Me hace gracia cuando los italianos hablan de que juegan con dos delanteros y yo, por ejemplo, con uno. ¿Quién es más conservador? ¿Uno que pone a dos delanteros para buscarse la vida, protegidos por ocho jugadores defensivos, o alguien que coloca a un solo delantero con tres medias puntas, con varios tipos de ataque alrededor? Son mucho más conservadores los otros.

P. ¿Por eso es capaz de jugar con Fran, Valerón, Víctor, y hasta Sergio, por detrás de Tristán?

R. Es que me gustan los buenos jugadores, los imaginativos. Pero es muy difícil sostener el equipo sólo con técnica. Yo necesito a Mauro, y también necesito de los jugadores técnicos que se comprometan con ciertas situaciones que exigen esfuerzo.

P. ¿Por ahí comenzaron sus problemas con Valerón o Tristán?

R. Con Valerón jamás he tenido problemas. Con Tristán, sí. En mi opinión, ha mejorado bastante. Venía de una cultura poco relacionada con el sacrificio. Creo que ha progresado.

P. A Valerón le costó encontrar un sitio entre los titulares.

R. Valerón es un jugador único para ver las cosas en el juego, pero cuando llegó al Deportivo me preocupó mucho. Fue después de la Eurocopa y al principio pensé que estaba perdido para el fútbol. Tenía una lesión en el pubis y durante la pretemporada no arrancaba, parecía hundido. Además de la lesión, venía de descender con el Atlético. Tuvo que cambiar la dinámica y generar nuevos hábitos, cosa que me ha ocurrido con la mayoría de los jugadores. 12 o 13 de ellos han llegado al Deportivo de equipos perdedores, casi todos en el descenso.

P. Y ahora, ¿cuál es su diagnóstico de Valerón?

R. Un gran jugador que debe mejorar aspectos. Necesita más agresividad y tener más llegada, pero juega muy bien al fútbol porque lo ve claro y sencillo.

P. Es consciente de lo que habría supuesto su decisión de cambiar a Valerón por Duscher si el Depor hubiera perdido la Copa.

R. Un día después tuve vértigo. He sido consciente a través de los comentarios de la prensa. Ahora bien, ese cambio quizá nos hizo ganar el partido. Prefiero a un jugador capaz de dar un gran rendimiento durante una hora que mantenerlo durante hora y media en una situación de debilidad. Con el cambio sabía que ganaba en fuerza y consistencia porque con Solari nos hacían daño.

P. ¿Qué supone Mauro Silva en su equipo?

R. Es una referencia obligada.Primero, por sus cualidades de tipo moral. No sólo es un gran futbolista sino que es un líder silencioso y discreto, ejemplar por su dedicación profesional. Eso no pasa inadvertido para sus compañeros. Y luego, en el campo, es un modelo como medio tapón: corta el juego y hace una buena transición al ataque gracias a su potencia y su seguridad con la pelota. No la arriesga nunca.

P. Un técnico es ahora más un gestor que otra cosa.

R. Nuestra profesión es bastante angustiosa en estos momentos. Te sientes como un escalón intermedio entre la plantilla y el club, una especie de gerente que sabe la trascendencia del éxito y del fracaso. El fútbol genera demasiadas expectativas económicas, demasiados balances, y te lo hacen saber. En cada partido te juegas excesivas cosas y tienes que estar muy atento a lo que rodea: la prensa, el ego de los jugadores y lo que eso significa en la relación del entrenador con los agentes de los futbolistas, las necesidades del club. Toda esa parte es decisiva ahora.

P. ¿Cómo observa el trecho final de la Liga?

R. Las dos próximas semanas serán decisivas. Veo como favoritos al Valencia y al Madrid. Pero también estoy seguro de que el Deportivo estará en la lucha si gana el domingo en Pamplona. Veremos cuál es la respuesta de los jugadores porque, después de la final de Copa, vi algunas declaraciones de jugadores que me preocuparon, como si estuvieran saciados, quizá porque interiormente pensaban que ya habían cumplido. Y no es así.

P. ¿Y en la Copa de Europa?

R. Los de siempre: Madrid, Bayern y Manchester.

P. Pese a su éxito en el Depor, no se sabe nada de su futuro.

R. Las próximas semanas marcarán los acontecimientos. En principio, estoy contento aquí.

P. ¿Se ve como seleccionador?

R. No, al menos por ahora. Prefiero la dinámica actual, de domingo a domingo.