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Reportaje:

El drama de una madre en el Golfo

Detenida en Dubai una mujer inglesa que intentaba llevarse a su hijo de 10 años

El año 1991 pasará a la historia porque por entonces se libró la guerra del Golfo, un conflicto cuyas repercusiones aún se viven hoy en día. Pero las guerras no paralizan ni el discurrir de la vida ni los estallidos de amor. Un apasionado romance de aquellos días por esas tierras tiene aún repercusiones. Mientras las tropas de Estados Unidos tomaban posiciones en el golfo Pérsico y George Bush padre fraguaba una alianza mundial contra Sadam Husein, Sarra Fotheringham, una atractiva inglesa de 23 años, vivía un tórrido romance con el multimillonario árabe Rashid al Habtoor.

Anteayer, mientras George Bush hijo anunciaba al mundo que se prepare para una nueva guerra con Irak, Sarra era detenida en la ciudad de Port Rashid, en los Emiratos Árabes Unidos, mientras intentaba embarcar con destino a Irak llevándose consigo al joven Tariq, el fruto de aquellos amores de los tiempos del Golfo, tan amargos ahora. La historia de Sarra puede acabar siendo una tragedia, pero quizá no sea ya el argumento de una película, porque no es la primera mujer que intenta llevarse el fruto de contrariados amores entre Oriente y Occidente.

La azafata vivía un romance con un millonario árabe cuando Sadam invadió Kuwait

Sarra era una hermosa azafata cuando vivió su aventura con el rico Al Habtoor. Pero, aunque fructífero, su amor fue breve y ella acabó casándose poco después con Neil Fotheringham, un inglés un par de años más joven que ella. De ese matrimonio han nacido tres hijos, pero sus intentos por conseguir la custodia de Tariq tropezaron con los tribunales y fue Al Habtoor quien obtuvo el derecho a cuidar del niño.

Pese a ello, la madre no ha renunciado nunca a criar a Tariq, y hace unos días emprendió la aventura que puede ahora llevarla a prisión durante mucho tiempo. Acompañada de una amiga que habla árabe, Sarra viajó a los Emiratos Árabes Unidos con el objetivo de traer a su hijo a Inglaterra. Las dos amigas alquilaron un coche, se vistieron como las mujeres locales y recogieron a Tariq a la salida de la escuela. Querían ir con el coche hasta el cercano Qatar para dirigirse desde allí a Inglaterra, pero la necesidad de tener que entrar en territorio de Arabia Saudí les hizo desistir de sus planes porque las mujeres no tienen derecho a conducir en ese país. Se dirigieron entonces a Port Rashid para intentar alcanzar Irak, pero en ese momento fueron detenidas.

Un portavoz del Foreign Office aseguró ayer que Sarra contactó a las cinco de la tarde, hora local, con el Consulado del Reino Unido en Dubai para informar a las autoridades británicas de que estaba detenida. Londres aseguró que, según sus noticias, aún no se han formulado cargos contra su ciudadana. 'Ha sido trasladada a Dubai, donde va a pasar la noche en una comisaría de policía', dijo el portavoz. 'Nuestros representantes consulares la han visto esta mañana y ella les ha dicho que se encuentra bien. Vamos también a hacer una visita al niño, que se encuentra con su padre, para asegurarnos de que está bien. Hoy va a comparecer ante el tribunal y el instructor decidirá cuáles son los cargos que se le imputan', añadió el portavoz de la diplomacia británica.

Pero Neil, el marido de Sarra, también ha podido hablar un momento con ella y es más pesimista. 'Me ha dicho que ha sido interrogada y que la han forzado a firmar una declaración en árabe y no le han explicado qué es lo que estaba firmando', declaró ayer a la BBC. 'Está echada en un colchón en un pasillo, con otras muchas mujeres que llegan allí porque han tenido hijos fuera del matrimonio', añadió. 'No quiero ni pensar lo que le pueden hacer', declaró a la televisión ITV. 'Sarra tiene otros tres hijos, que están desesperados por verla. No es ninguna criminal, no es más que una madre que lo único que quiere es ver a su hijo y ellos se lo impiden', clamó.

Fotheringham explicó que su mujer estaba decidida a hacer el viaje, que estaba convencida de que Tariq es infeliz viviendo en el golfo Pérsico. Pero él teme ahora las consecuencias que puede tener esa temeridad. 'No he tenido más contactos telefónicos con ella, pero he recibido llamadas de árabes que me decían que ella va a pasar el resto de sus días en la cárcel', denunció. 'No tengo ninguna fe en su sistema legal, no tengo ninguna fe en que sean razonables. Hasta ahora no lo han sido', concluyó el desdichado marido.

arra Fotheringham, con su hijo Tariq, al que quería llevar a Inglaterra.
arra Fotheringham, con su hijo Tariq, al que quería llevar a Inglaterra.ASSOCIATED PRESS

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