La falta de educación infantil en los centros públicos dificulta la 'libre elección' a la hora de la matrícula

La Consejería de Educación presentó ayer a sindicatos, asociaciones de padres y estudiantes y medios de comunicación el documento final que contiene la planificación de plazas en los colegios de primaria y su adscripción a los correspondientes institutos de secundaria de su zona. El objetivo es reforzar la imagen 'del esfuerzo realizado por el Gobierno valenciano para garantizar una educación de calidad e igualitaria', al decidirse a eliminar del polémico decreto de admisión de 1997 la prerrogativa de volver a realizar el trámite de matrícula al pasar de 6º de primaria a 1º de ESO y al final del primer ciclo de ESO para pasar al 2º ciclo. 'Con esto se respeta el principio de libre elección de los centros educativos', afirmó la subsecretaria Carmina Nácher.

No obstante, el aumento de los flujos migratorios, especialmente este año, -en el que se ha pasado de 15.000 extranjeros a 25.500, escolarizados el 86% en la red pública-; unido al retraso en las construcciones escolares que hace que un 40% del primer ciclo de ESO siga en colegios de primaria, con el consiguiente retraso de la implantación de aulas de 0 a 3 años en la red pública, hace que 'la famosa libertad de elección' sean 'simples juegos dialécticos para tertulianos', según resume Luis García, de CCOO. Este sindicato subraya, además, que 'la eliminación de este trámite de matrícula al terminar cada etapa educativa fue fruto de la presión ejercida en Madrid y de la amenza del recurso que estaba en marcha'.

'La libre elección simplemente es mentira, porque la consejería justifica la no generalización de la infantil en las escuelas públicas, en función de las supuestas leyes del mercado, es decir, de los niveles de demanda, por otra parte, manipulados', remata. El STEPV, por su parte, ha adelantado que con 36 aulas de infantil más no se generaliza la oferta de educación pública, y según sus primeros cálculos faltarán unas 350 unidades en toda la Comunidad Valenciana.

A falta de un análisis somero, el portavoz de la Permanente de Directores de Secundaria, José Luis Moreno, explicó que el proceso de matrícula escolar del curso pasado demostró que 'la oferta de plazas en la enseñanza pública es claramente insuficiente', tanto en primaria como en ESO, donde hay zonas de Alicante, como Benalúa, donde más de 90 niños se quedaron sin la plaza solicitada en institutos públicos. Lo mismo se empieza a revelar en barrios céntricos de Valencia, como Russafa, en el que sólo hay dos colegios públicos -el Balmes, un centro muy vetusto, y el San Juan de la Ribera- donde los padres denuncian que 'están al completo y no hay ni una plaza' y donde la inspección estudia el trasaldo en autobuses a otros barrios. Esta preocupación ha sido adelantada por Fete-UGT que revisará el documento con lupa para evitar recortes de plazas en institutos públicos, como en Abastos donde la Administración busca unificar los dos centros en uno, y aprovechar la oferta de enseñanza concertada

Con todo, la Generalitat insistió en que la aplicación del decreto 'permitirá por primera vez que 200.000 familias de la Comunidad Valenciana conozcan desde segundo ciclo de Infantil (3 a 6 años) en qué instituto estudiarán sus hijos'.