El Gobierno regulará por decreto el envío de tropas al extranjero

El Gobierno aprobará en breve una 'disposición general, probablemente un real decreto', para regular la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones en el exterior, según dijo ayer en el Congreso el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa. Un total de 1.160 militares españoles están implicados en las operaciones de lucha contra el terrorismo y estabilización de Afganistán, con un coste de 10 millones de euros en su primer mes.

El ministro se adelantó ayer a las previsibles críticas de la oposición, por no haber comparecido ante el Congreso desde diciembre pasado para informar sobre el envío de tropas españolas a Afganistán, anunciando la próxima aprobación de un decreto que regulará por primera vez esta materia. La norma incluirá, según dijo Trillo-Figueroa, el compromiso de informar a las Cortes cada vez que el Consejo de Ministros apruebe la participación en una operación militar en el extranjero, así como de presentar un balance anual de todas las misiones en las que haya presencia de las Fuerzas Armadas españolas y su coste. Igualmente, establecerá un mecanismo permanente de coordinación entre los departamentos de Defensa, Asuntos Exteriores e Interior, este último por la creciente implicación de la Guardia Civil.

El portavoz socialista, Jordi Malsal, dio la bienvenida a la iniciativa, aunque reclamó 'mecanismos satisfactorios' de consulta al Parlamento, mientras que Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, pidió que la futura norma se pacte con la oposición, lo que descartó el ministro, alegando que el compromiso del Gobierno es informar a las Cortes, sin predeterminar sus mecanismos de control.

Preguntado sobre el apoyo del Gobierno español a un eventual ataque de EE UU contra Irak, recordó que, 'hasta el momento, nadie ha probado la implicación de Irak en la trama terrorista para la que se formó la coalición internacional'. En el caso de Afganistán, agregó, Washington presentó a los aliados la 'prueba previa' de la implicación del régimen talibán en los atentados del 11-S y es 'absolutamente deseable' que actúe de igual modo en el futuro.

De los 3.777 militares españoles que participan en misiones en el extranjero, 1.160 corresponden a las operaciones puestas en marcha a raiz de los ataques contra EE UU, explicó el ministro. Ya se ha culminado el despliegue del contingente español de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) formado por 349 efectivos. También en Afganistán, pero en la base de Bagram, a 46 kilómetros de Kabul, y adscritos a la operación Libertad Duradera, que lidera EE UU, están los 41 miembros de la Unidad Médica de Apoyo al Despliegue, que han atendido ya a 295 militares y 1956 civiles.

Igualmente han sido puestos bajo 'control operativo' de EE UU los tres aviones C-130 Hércules, con 72 militares, desplegados en Manás (Kirguizistán), así como los dos helicópteros Superpuma (no cuatro como aprobó inicialmente el Gobierno), con 96 efectivos, que se instalarán asímismo en Manás para realizar misiones de transporte y búsqueda y rescate.

La contribución española a las operaciones antiterroristas se completa con un avión de patrulla marítima P-3 Orion, con 42 militares, ya destacado en Yibuti, y las fragatas Santa María y Numancia, así como el buque logístico Patiño, con 675 tripulantes como máximo, que el viernes zarparán hacia el Océano Índico para realizar misiones de 'vigilancia, reconocimiento y, en su caso interdicción'.