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Reportaje:Alquiclassic | INICIATIVAS

Autofinanciar el patrimonio

Los hijos de un coleccionista de coches montan una empresa de alquiler

José María de Cárdenas, un empresario textil de Mairena del Alfarafe, era un fanático de los coches antiguos y clásicos. Dedicó algo más de una década y muchas horas de dedicación a conformar una colección de 19 vehículos con solera. Murió a finales de 2000 en San Sebastián, en un accidente de tráfico, cuando venía de París al volante de un Studebaker del año 1955 que un amigo suyo acababa de adquirir en París.

Al año de su muerte, cuando los cuidados coches de José María empezaban a oxidarse por la falta de uso, dos de sus cinco hijos, Francisco y Agustín, los que más de cerca compartían la afición de su padre, se decidieron a mantener y aumentar el patrimonio de su padre. Una bonita forma de honrar su memoria a la que añadieron un elemento innovador y empresarial. La colección de coches debía autofinanciarse para sobrevivir y crecer.

Así nace en diciembre de 2001 Alquiclassic, la incipiente empresa de alquiler de vehículos clásicos y antiguos fundada por Agustín y Francisco de Cárdenas, de 33 y 30 años respectivamente, la primera compañía dedicada a ese negocio en Andalucía. 'Al menos, que nosotros sepamos', puntualiza Francisco. Él, que es quien más encima está de la puesta en marcha de la iniciativa, sondeó previamente un mercado en el que halló iniciativas en Barcelona, Bilbao, Mallorca y Valencia, pero no en Sevilla y las provincias limítrofes. 'Y sí detectamos una posibilidad de negocio, sobre todo para la celebración de bodas'.

Los dos hermanos aceleraron dos meses el nacimiento de su empresa para, a principios de diciembre, presentarse en el salón comercial Sevilla de boda, en el Palacio de Exposiciones y Congresos sevillano. 'Alquilamos el expositor más pequeño posible y allí metimos nuestro Citroën 11 B, de 1937'. Tuvieron una aceptación sorprendente para sus propias previsiones. Doblaron el millón de pesetas de negocio contratado con el que se conformaban antes de atreverse a acudir al salón. Ahora, para el año 2002, se han fijado un objetivo que ellos mismos reconocen como ambicioso: lograr una facturación de 15 millones de pesetas en su primer ejercicio. 'Será difícil, sobre todo cuando en el arranque del año empezamos a comprobar que ni nuestras previsiones de contratación eran acertadas ni nuestros gastos tan ajustados', reconoce Francisco, ingeniero industrial, aunque se mantiene firme en pensar que sin retos no hay negocio.

Ambos hermanos mantienen sus empleos fuera de la nueva empresa y se conforman con que el negocio dé para pagar el sueldo de Ángeles Núñez, su única empleada fija, y las facturas que les pasan los cuatro taxistas que les hacen de conductores y el mecánico de confianza en cuyas manos dejan las joyas de la colección.

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Los beneficios, cuando lleguen, irán 'íntegramente por ahora', dice Francisco, a la restauración de algunos de los coches de la colección, aún por poner al día, al mantenimiento de los vehículos y a nuevas adquisiciones.

El patrimonio al que la empresa debe sacar rendimiento, formalmente propiedad de la madre de ambos, incluye como vehículos más destacados, además del citado Citroën, un Chrysler Windsor de 1947, un Daimler DS 420 recién adquirido y varios Mercedes de los años sesenta y setenta.

Pese a que las bodas son el segmento de mercado más inmediato al que dedicarse, los hermanos De Cárdenas están convencidos de que las mejores posibilidades de negocio están en el alquiler de los vehículos para reportajes fotográficos y rodajes de cine. Ya se han estrenado con una empresa alemana que contactó con ellos por pura casualidad y les contrató para utilizar sus coches en la elaboración de un catálogo, curiosamente, de trajes de novia.

Alquiclassic ha fijado unas tarifas, a su criterio, competitivas. Las bodas cuestan, con coche, conductor y durante 4 horas y para 70 kilómetros, entre 270 y 390 euros. Y el alquiler de uno de sus coches para un rodaje o un reportaje vale alrededor de 600 euros. Kilómetros extra, desplazamientos y otros gastos, se suman aparte. 'Y si alguna productora quiere coches viejos, con aspecto abandonado, también tenemos, por ahora', concluye Francisco.

La nueva adquisición

Alquiclassic, los hermanos De Cárdenas, presentaron ayer en sociedad su más reciente adquisición, la primera que aporta la empresa a la colección del padre, un Daimler DS 420 Limousine. El coche, un maravilloso vehículo de los años cincuenta, es el típico aparato con el que soñaría cualquier viejo gángster americano. El coche se presentó en la Plaza de España sevillana, en el marco de una muestra de sus mejores piezas que Alquiclassic organizó dirigida a sus potenciales clientes: empresas dedicadas a organizar bodas, productoras de cine y televisión y agencias de modelos, además de todos aquellos curiosos y enamorados del mundo del motor que se acercaron por el parque de María Luisa. El Daimler es la primera adquisición para la colección en su nueva etapa ya organizada como base de la empresa de alquiler. Francisco de Cárdenas espera que el negocio dé suficiente como para mantener el espíritu de coleccionista de su padre, 'que nunca supo negarse a aceptar una buena oferta para comprar un coche antiguo'.

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