Violencia en Russafa
Trabajé durante cinco años en el barrio de Russafa en el que, con el tiempo, decidí establecer mi residencia. Lo elegí porque es un barrio tranquilo, por el estilo de vida de sus gentes, que conviven con personas de otras razas y religiones y que siempre han sido una ejemplo para todos en esta ciudad.
Pero el pasado 2 de marzo esa tranquilidad se rompió. La armonía de las gentes de este barrio se vio empañada por unos cuantos energúmenos que, según ellos, querían limpiar nuestro barrio de droga, delincuencia, etc... en una manifestación con símbolos de ideología fascista y pancartas en las que se podían leer frases xenófobas hacia el colectivo inmigrante. Una manifestación que, hay que recordar, estuvo autorizada por la Delegación del Gobierno. Un gobierno que se pasa las veinticuatro horas del día recordándonos su 'patriotismo'. Y que se presenta a si mismo como el defensor de la democracia y la libertad. Pero el pasado sábado se le vio demasiado el talante 'democrático' que defiende. Autorizando esa manifestación, ellos mismos se han descubierto como lo que son, un gobierno fascista que sólo nos hace pensar en los peores años que vivió este país.
Tengo 33 años y sólo viví los últimos años de la dictadura, pero mis padres, desde pequeño, me enseñaron a respetar a los demás, fuese cuál fuese el color de su piel, religión, tendencia sexual... Si este gobierno 'nuestro' pretende ilegalizar a Batasuna por su apología del terrorismo (con lo que estoy de acuerdo), ¿ por qué no hace lo mismo con estos grupos que pretenden implantar sus ideas por la fuerza y el terror? ¿Será porque defienden la misma ideología? Antes quería pensar que no, pero a partir de ahora, lo tengo clarísimo. Aznar es el presidente democráticamente eligido para dirigir España, pero con sus actos y declaraciones ya sé a lo que huele: a retrógrado.
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