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Piden 10 años de cárcel para el ex gerente de Amappace por abusos

Está acusado de aprovecharse de una menor discapacitada

El fiscal y la acusación particular piden 10 años de cárcel para el ex gerente de la Asociación Malagueña de Padres de Paralíticos Cerebrales (Amappace), José Colomina, de 67 años, por abusar sexualmente de una interna de la residencia que la asociación posee en Málaga desde que ésta tenía ocho años hasta que, con 20, ella denunció su situación ante los compañeros del instituto donde estudiaba. V. C. M. estuvo bajo la tutela de la Junta hasta que alcanzó la mayoría de edad, pero la Administración regional no ha sido requerida como responsable subsidiaria en ninguno de los escritos de calificación.

Sí se requiere, por el contrario, que Amappace responda del pago de los 150.253 euros que se solicitan al acusado en concepto de indemnización para la víctima en caso de que éste se declare insolvente.

José Colomina pasó 10 meses en prisión preventiva por esta causa, y actualmente está en libertad bajo fianza. El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Málaga. El fiscal ha solicitado que, a fin de proteger a la joven, que ahora tiene 22 años, ésta declare ante el tribunal 'sin contacto visual con el procesado' y que se le garantice 'el acceso reservado a la sala'.

V. C. M. sufre una parálisis cerebral que le provoca una minusvalía del 94% y la obliga a desplazarse en silla de ruedas, si bien, según subraya el escrito de su representante legal, 'no tiene afectadas sus facultades mentales'. Tras ser declarado su desamparo en 1989, cuando tenía ocho años, por la situación desestructurada de su familia de origen, la niña ingresó en la residencia para paralíticos cerebrales de Amappace, que dirigía el entonces gerente de la asociación.

El relato de hechos del fiscal detalla que 'el procesado, valiéndose de su posición de jefatura que le permitía moverse libremente por el centro y disponer de despacho propio, así como de su ascendencia sobre V., con intención de satisfacer sus deseos libidinosos desde que ésta contaba ocho años de edad, la trasladaba a su despacho una o dos veces por semana y, tras bajarla de la silla de ruedas y ponerla sobre una colchoneta, le mostraba imágenes eróticas de felaciones, penetraciones y similares; la besaba, acariciaba, desnudaba y la obligaba a tocarle sus órganos genitales con la boca, introduciéndole finalmente el pene en la boca y eyaculando'.

'Esto ha venido sucediendo desde que V. alcanzó los 20 años, no habiendo trascendido al haberle conminado el procesado a guardar silencio, incluso bajo amenazas de muerte, o convenciéndola de que lo hacía para enseñarle cómo era, para cuando tuviera novio', prosigue el escrito del fiscal, que, igual que la acusación particular, considera que los hechos constituyen 'un delito de abusos sexuales continuados'.

Ambos escritos de calificación solicitan también una reparación económica para la víctima, que, tras denunciar su situación, 'tuvo que abandonar tanto su domicilio como la provincia para trasladarse a una residencia fuera de Málaga'. 'Desde entonces V. está sometida a tratamiento psicológico', añaden.

La defensa de Colomina siempre ha negado la autoría de los hechos. El ex gerente de Amappace asegura que las pruebas localizadas durante el registro de su despacho -vaselina, preservativos y diskettes con imágenes pornográficas- no son de su propiedad.

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