Joan Oliver ratifica al equipo directivo de TV-3 y anuncia 'pocos cambios'
Joan Oliver tomó ayer cargo de la dirección de la televisión pública catalana con una carta a los trabajadores donde asegura que su correo electrónico siempre estará 'abierto a todos' y ratificando al equipo directivo nombrado por Miquel Puig, que desde hace un año y medio compaginaba la dirección general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) con la de TV-3. Oliver, en su primera rueda de prensa como director -que fue emitida por circuito cerrado dentro de la propia TV-3- manifestó así el carácter continuista que tendrá su gestión, que, subrayó, 'no se vivirá como una revolución'. Ante las preguntas de los periodistas, el nuevo director anunció reuniones para tratar dos de los asuntos que más polémica han generado en la cadena durante los últimos meses: la continuidad del periodista Carles Francino al frente del Telenotícies Vespre (TN) y la parodia que se realiza del Rey en Set de nit. 'No descarto que se produzcan cambios de personas que realizan determinados trabajos en el TN, aunque esto es una decisión que tomaré junto al jefe de informativos', contestó sobre la situación de Carles Francino. Oliver recalcó que estos cambios se inscriben dentro de la reordenación de los informativos ya prevista y cuya primera fase comienza el 18 de marzo. El nuevo responsable de TV-3 también remitió a próximas reuniones con el jefe de programas, Francesc Escribano, y con el equipo de Set de nit antes de pronunciarse sobre este espacio, aunque negó grandes cambios en la parrilla, 'dado el buen momento por el que pasa TV-3, líder de audiencia que cumple con su cometido público'.
El nombramiento de Oliver fue recibido en el Consejo de Administración de la CCRTV con división de opiniones, manifestándose en contra los miembros designados por el PSC-CpC e ICV. El Sindicato de Periodistas lo consideró 'un ataque contra la independencia de TV-3' y el comité profesional convocó un referéndum sobre el nuevo director, que fue desautorizado. Puig justificó esta medida, 'porque la empresa no puede hacerse partícipe de la opinión de un determinado grupo de trabajadores' y señaló como misión de Oliver 'demostrar que el buen clima interno y el pluralismo de la última etapa no fue una situación anormal'.
