A la espera de los investigadores

La posibilidad de que Gandia cuente con un centro de investigación sobre la familia Borja, el conocido proyecto del Centre d'Estudis Borgians, parece cercana. Según fuentes municipales, la Consejería de Cultura ha comunicado al Consistorio su intención de implicarse en la propuesta, a través del programa de museos, y está dispuesta a aportar unos 600.000 euros (100 millones de pesetas) para su consecución. Ahora bien, la Generalitat demanda a los responsables municipales que presenten un proyecto definitivo, y que el Ayuntamiento participe con la misma aportación económica, es decir, otros 600.000 euros. De alcanzarse un acuerdo, el proyecto del Centre d'Estudis Borgians, que se ubicaría en el Palau dels Borja, podría iniciar su andadura en 2003. Las obras finalizarían en 2006.

La idea original surgió el Ayuntamiento gandiense hace más de una década. La intención del Consistorio era crear un centro documental, que sirviera de referente a investigadores y expertos en la familia borgiana, y en otros ilustres valencianos como Ausiàs March o Joanot Martorell, relacionados históricamente con la ciudad. El centro de estudios tendría su sede en el Palau dels Borja, propiedad de la Compañía de Jesús, y gran parte de la inversión se destinaría a habilitar la estancia de la tercera planta del ala este del edificio, donde está previsto que se ubiquen las oficinas.

La creación del Centre d'Estudis Borgians, y la dotación de contenido del proyecto museístico de la ciudad, pendiente también de ejecución en el palacio, supondría un gran impulso para la consolidación arquitectónica y la proyección del Palau Ducal, declarado monumento nacional en 1964. La Compañía de Jesús adquirió el edificio en 1890, prácticamente en estado de ruina. En 1993, los jesuitas y el Ayuntamiento firmaron un convenio por el cual el Consistorio se comprometía a sufragar una serie de reformas en el edificio, y a aportar una cantidad anual de unos 30.000 euros (cinco millones de pesetas) para obras de mantenimiento. A cambio el municipio podía utilizar sus instalaciones para actividades culturales. Este acuerdo permitió la rehabilitación de la fachada principal, además de actuaciones en el patio de armas y en el patio de cañas, en la galería entre los dos patios, y en el ala oeste. Las obras finalizaron en 1997, y es la última actuación de envergadura que se ha realizado en el edificio. Pero el monumento presenta todavía graves huellas de deterioro.

Un equipo de restauradores finalizó hace unos días un estudio sobre la situación de los lienzos de los techos de la Galería Dorada, una de las principales estancias del ala sur del palacio, construida por Francisco Pascual de Borja (X duque) y considerada como un paradigma del barroco valenciano. Las filtraciones de agua y humedad han dañado las pinturas del techo (atribuidas a Gaspar de la Huerta) de finales del siglo XVII y principios del XVIII.

El equipo de expertos de la empresa encargada del estudio, Restauradores Asociados, considera necesaria una 'intervención urgente' para impermeabilizar la techumbre y evitar nuevas humedades. Las intensas lluvias del pasado otoño también han afectado a las pinturas al fresco de la fachada exterior de esta sala, del siglo XVII. Un estudio técnico realizado por José Santatecla, arquitecto municipal, alerta además del mal estado de los elementos de madera que constituyen los aleros y su falta de aislamiento respecto a la cubierta, en las alas este, sur y norte del edificio, que precisarían también de una rápida intervención para evitar su deterioro y desprendimientos.

Desde el pasado agosto un nuevo equipo directivo se ha hecho cargo de la gestión del palacio, y ha promovido la constitución de la Associació Cultural d'Amics del Palau Ducal. Uno de los principales objetivos de la agrupación es conseguir fondos que ayuden a solventar los problemas de degradación que presenta el edificio, comenta Baltasar Vicent Lozano, gerente del palacio. Para ello, tienen previsto iniciar una campaña dirigida a implicar a las instituciones públicas, asociaciones, empresarios y a la sociedad civil de Gandia en la rehabilitación del edificio. El Centre d'Estudis Borgians podría ser un punto de partida para nuevas actuaciones.