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Crónica:Campeonatos de Europa en pista cubierta | ATLETISMO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Bronce y gran marca para Reina

Carlos Arribas

En Osuna (Sevilla) hace siempre mucho viento, el suficiente para llevarse por delante a un espárrago como Antonio Reina, alto (1,81 metros) y muy delgado (56 kilos), pero quiá. Antonio Reina es alto, delgado y muy fuerte. Es un crack, un corredor de 800 metros duro, tenaz y muy valiente. Y muy currante. 'Todo es cuestión de trabajo', dijo ayer; 'hago más kilómetros que la burra de Marco. Y, como en mi pueblo hace siempre mucho aire, tengo mucha resistencia. Estoy acostumbrado a correr con el viento de cara'.

O a correr intentando aguantar a rebufo de un bestia, como ayer en Viena, en su primera gran final europea absoluta, en la carrera de los 800 metros que le valió la medalla de bronce.

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El bestia es André Bucher, el campeón mundial, el suizo que destrozó a los mejores en los Mundiales de Edmonton en dos series devastadoras y en una final en la que en los 300 metros finales dejó a sus rivales luchando por la plata.

Y ese Bucher, el rubio capaz de correr 800 metros en cabeza y de adornarse con varios cambios de ritmo a la vez, fue el que salió disparado en la pista de Viena. A su zancada se colocó, con la inconsciencia de sus 20 años en el corazón, el sevillano de Osuna, Reina. Fue una locura: 25s en los primeros 200 metros; 25,67s en los siguientes. Imposible aguantar. Reina se fue quedando, guardando fuerzas para resistir mientras Bucher empezaba a perder gas. Desde atrás, más racional, menos emotivo, llegaba el polaco Pawel Czapiewski, que logró el bronce en Edmonton.

Quedaban 100 metros y Reina sucumbió. Le superó el polaco. Pero no le adelantó nadie más. Reina, inteligente, tenía todavía algo en los músculos, algo de energía. Y tenía la cabeza. Nadie le iba a arrebatar el bronce. Delante, en cambio, sorprendentemente, Bucher desfalleció. La última recta, los últimos 50 metros no terminaban nunca. Le adelantó el polaco. Una marca extraordinaria: 1m 44,78s. Casi igual de extraordinaria fue la del valiente Reina: 1m 45,25s, récord de España. Más de un segundo mejor que el registro con que había llegado a Viena: 1m 46,68s.

'Y eso que apenas he hecho entrenamientos de calidad y pensaba hacer una marca en torno al 1m 48s', dijo Reina, ya bronce en el Mundial júnior de 2000. Un miembro más del poder andaluz, del núcleo más vital del atletismno español, de la escuela de atletismo de Sevilla, fruto, quizás, de los Mundiales de 1999.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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