La ruta más movida de Granada

Granada tiene 60.000 estudiantes universitarios. Y esto se traduce en que los fines de semana miles de personas entre 18 y 25 años se echan a las calles y se mezclan con los demás amantes de la noche, que mantienen en movimiento esta ciudad de 250.000 habitantes.

Tapeo y cena

La zona de plaza Nueva y sus aledaños es inmejorable para tapear si no se quiere salir del centro. En caso contrario, un barrio a las afueras (a unos dos kilómetros del centro), Las Torres, junto a La Chana, ofrece establecimientos especializados donde una cerveza puede llevar como tapa varios pinchitos morunos o un sándwich de tres pisos al gusto del consumidor. Locales como el Museo de la Tapa y sus alrededores son muy recomendables.

En la plaza Nueva están las legendarias Bodegas Castañeda, o la Trastienda, un local que parece más bien una tienda de ultramarinos, con jamones y chorizos sobre el mostrador. Si lo que se quiere es vivir el aire moruno y antiguo de Granada, lo mejor es perderse en la calle Calderería, donde el idioma predominante es un exquisito árabe. La tetería Tuareg (en la cortísima calle Corpus Cristi), regentada por un somalí, es ideal para pasearse por los sabores y aromas de África y Oriente Próximo. Otros lugares interesantes para tapear son el Candela y La Bodeguilla de Al Lao.

Quien prefiere un restaurante puede acudir al Botánico, enfrente del jardín botánico, decorado en una onda minimal según un proyecto del arquitecto José Miguel Molero. Aquí se pueden comer platos de base mediterránea, con toques orientales o mexicanos, a cualquier hora del día desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche (y hasta las dos de la madrugada los fines de semana). Ofrece un menú a mediodía por 8,40 euros.

La Piccola Italia, en las proximidades de Pedro Antonio de Alarcón, ofrece platos a base de arroz negro, bresaola o berenjenas. El asador Plaza Mayor, a escasos metros de plaza Nueva, hace incursiones en la gastronomía alemana, y Arrayanes, en Calderería, en el bajo Albaicín, invita a viajar a los contrastados y exóticos sabores de Marruecos. Para lo puramente andaluz, lo ideal es desplazarse hasta el campo del Príncipe, donde se puede tapear y cenar en cualquier local a un precio asequible.

A los pies de la Alhambra

A medianoche es cuando los granadinos comienzan a salir de marcha. Lo ideal es comenzar por algún local del paseo de los Tristes, a los pies de la Alhambra, donde se puede ir alternando la última cerveza con el primer whisky en un ambiente heterogéneo y abierto. Fondo Reservado es uno de los pioneros en ese estilo. Si se va con más tranquilidad, La Fontana, al lado del río Darro, resulta muy acogedor. Dos clásicos son Segunda Edición y Planta Baja, así como, un poco más tarde, Sugar Pop y la sala Cha, recién reabierta.

Salsa y merengue

Si lo que se busca es marcha con cierto sabor, Barrio Latino, en la calle de San Juan de Dios, resulta de lo más indicado para bailar salsa y merengue. Es uno de los pocos lugares en la ciudad donde son las chicas quienes sacan a bailar a los chicos. Del mismo estilo es Salsero Mayor, junto a la calle de Puentezuelas.

Para los que tienen espíritu rockero o pasión por el dance, la Industrial Copera, a las afueras de la ciudad, en la carretera del pueblo de Armilla, es idónea. Hay conciertos casi todos los fines de semana, y si no, alguna fiesta con pinchadiscos venidos desde cualquier rincón del mundo.

Gente guapa y rockera

El que desee tomar copas en rincones menos bulliciosos y encontrarse con la gente guapa no tiene más que ir a la plaza de toros. Allí, los bajos se han convertido en agradables bares de copas.

La Estrella, en plaza Nueva; Son, en sus cercanías, o Makeba y Babylon, también muy próximos, están pensados para rockeros treintañeros amantes de conversaciones y ligoteo. Abundan los estudiantes extranjeros en los dos últimos. También en La Taberna del Irlandés o en Hannigan & Son, donde sirven cerveza Guinness.

Hasta el amanecer

Alrededor de las tres hay que ponerse en el rastro de las discotecas. Granada 10, en una perpendicular de la Gran Vía, es el destino de quienes han estado en la plaza de toros; Lla, cerca de la plaza del Triunfo, y El Camborio, en el Sacromonte, para quienes quieren seguir bailando de todo. Eso sí: a las cinco no queda mucho que hacer. Lo mejor es ir a la plaza de la Mariana, al bar El Fútbol, que no cierra nunca, y tomarse un chocolate con churros o una última copa. O terminar en el after-hours El Granero.