La FIFA hará controles de EPO

Después del esquí, el ciclismo y el atletismo, el fútbol, que siempre se ha mostrado reacio a actuar decididamente en asuntos de dopaje, será el cuarto gran deporte que someta a sus practicantes a análisis de sangre en busca de EPO; la sustancia dopante que ha cambiado la cara del deporte en las últimas décadas. El presidente de la comisión médica de la FIFA, el belga Michel d'Hooghe, anunció ayer en Tokio a los 32 médicos de las selecciones nacionales clasificadas para la fase final del Mundial que en la cita asiática se llevarán a cabo los análisis de sangre por sorpresa.

'Hace años dijimos que no eran necesarios, pero ahora parece que ha llegado el momento de hacerlos', explicó en conferencia de prensa D'Hooghe. Aunque la comunicación llega en plena resaca del escándalo de dopaje de Salt Lake City, con el positivo de NESP de Johann Muehlegg y dos esquiadoras rusas, la comisión médica de la FIFA llevaba meses valorando la posibilidad de empezar a combatir la EPO en el fútbol.

Los expertos médicos de la FIFA indicaron que los casos de dopaje en el fútbol, como en otros deportes, no se pueden prevenir por completo a pesar de los esfuerzos educativos realizados por la FIFA en coordinación con las federaciones nacionales. Según D'Hooghe, la FIFA está por mayoría a favor de las nuevas pruebas sanguíneas, debido a lo ocurrido en las últimas semanas en los JJOO de Salt Lake City, y esos análisis 'serían pruebas indirectas que complementarían las ya existentes'. Según el protocolo sangre-orina, ya practicado en Salt lake City y que algunos países, como Italia, ya llevan a cabo en todos los deportes, un primer análisis de sangre, en el que se miden parámetros como hematocrito, hemoglobina y reticulocitos, permitiría elaborar un listado de sospechosos que después serían sometidos a un análisis de orina que determinaría el posible dopaje por EPO.

La visión tradicional del mundo del fútbol la expresó Jiri Dvorak, del comité médico de la FIFA. 'En el fútbol las sustancias que mejoran el rendimiento físico no necesariamente mejoran las habilidades del deportista', dijo. Sin embargo, en los últimos años, con la saturación de competiciones que obliga a los mejores jugadores a disputar unos 70 partidos al año, la preparación física se ha convertido en un aspecto fundamental. Las sospechas de uso de EPO en el fútbol son además numerosas, como puso de manifiesto la investigación del fiscal de Turín Raffaele Guariniello en el fútbol italiano y los casos del Juventus y el Parma. El médico y el administrador del Juventus se sentarán próximamente en el banquillo por este asunto.

Otro de los problemas del fútbol es el de los complementos alimenticios que ingieren algunos futbolistas en sus Ligas y que podrían hacer que dieran positivo por sustancias prohibidas. Esto no ha ocurrido en una fase final de un campeonato mundial desde el de Estados Unidos en 1994. Sin embargo, los casos de Frank De Boer, Guardiola, Couto y otros jugadores que dieron positivo por nandrolona ha hecho crecer el temor.

Hasta el momento la FIFA está facultada para hacer análisis de orina en las concentraciones de los equipos, y los realiza regularmente a dos futbolistas después del partido, tras elegirlos al azar y darlos a conocer diez minutos antes de que termine el choque.