En la Casa de Campo se nada en febrero

Bañadores, chancletas, toallas y gafas de buceo. Una peculiar imagen para un día de febrero como el de ayer, que sin embargo, eligieron más de 60 personas para ir a nadar al lago de la Casa de Campo. Allí se celebraba la IX Travesía a Nado, la ya tradicional cita que cada año organiza la asociación Aldeas Infantiles SOS y que esta vez no ha podido celebrarse en su lugar habitual, el estanque del Retiro, vaciado hace semanas para su rehabilitación.

Los participantes, que nadaron por categorías de edad una distancia de entre 100 y 200 metros, no notaron la diferencia. El día era soleado y la temperatura agradable -eso sí, fuera del agua-. Dentro, tan sólo ocho grados. Y no era el frío lo que más temían los nadadores, sino el intenso color verde del agua, contra el que nada pudieron hacer los buzos del Cuerpo de Bomberos que los dos días anteriores se encargaron de limpiar los fondos. 'La ducha tendrá que ser larga cuando salgamos', explicaba con buen humor Luz María Acevedo, una colombiana de 36 años y profesora de patinaje de velocidad, que participaba en esta carrera madrileña por primera vez.

Luz María esperaba la salida de su categoría, la de mujeres mayores de 26 años, junto a la veterana de la prueba, Antolina Rodríguez, que a sus 76 años participaba en la travesía por sexto año consecutivo. 'Nado todos los días, y siempre me tiro de cabeza, pero esta vez no me dejan los organizadores', se quejaba Antolina. Teniendo en cuenta que la profundidad del lago es sólo de un metro y medio, parecía una recomendación sensata. Antolina demostró estar en forma: el submarinista que la seguía como un guardaespaldas tuvo que acudir en ayuda de Luz, mientras que ella finalizó la carrera entre sonados aplausos, aunque en último lugar.

El ganador absoluto del evento, al que asistieron la directora del Instituto Municipal de Deportes, Mercedes Martín, y la concejal de Moncloa, Dolores Navarro, fue Daniel Masó, de 26 años. Aldeas Infantiles recaudó unas 60.000 pesetas (360 euros).