Toulouse se convierte en centro de la escena alternativa española con doce espectáculos
'Mira!' reúne a La Ribot, Gómez, Cesc Gelabert, Nico Baixas, Mastretta y La Cuarta Pared
A partir de mañana y hasta el 2 de marzo, la ciudad francesa de Toulouse, sin duda aquella en la que vive un mayor número de españoles o hijos de emigrados españoles de entre todas las del país vecino, acoge un festival de teatro, danza y música españolas. Ese festival, presentado bajo el título genérico de Mira!, reúne montajes de Nico Baixas, La Cuarta Pared, José Luis Gómez, Rodrigo García, Marta Galán y Marcel.lí Antúnez, coreografías de La Ribot, Cesc Gelabert, Andrés Martín, Àngels Margarit y Heddy Maalem, y conciertos de Ensaladilla Sound System y Mastretta.
El teatro español moderno, de la mano de Sergi Belbel y José Sanchis Sinisterra, así como de algunos otros autores esporádicamente representados, lleva más de diez años asomándose a las carteleras francesas, en algunos casos incluso en Teatros Nacionales y recibiendo los máximos galardones -Belbel obtuvo un molière hace dos temporadas-. Cada año, en París, se organiza un festival de teatro latinoamericano bajo la advocación de Don Quijote y siempre la presencia hispana es importante. En Toulouse habían apostado hasta ahora por el cine español, pero lo sucedido con la última edición -todos los premios fueron declarados desiertos- puede haber reforzado la urgencia de conectar de nuevo con el espectáculo vivo español, con una creatividad que no se detectaba en las imágenes proyectadas.
La iniciativa de Toulouse ha tenido un gran eco en la prensa. El periódico Le Monde, a través de toda una página firmada por Jean-Louis Perrier, entrevista a varias de las personalidades presentes en la capital de Airbus para ofrecer una visión panorámica de la evolución del espectáculo vivo en España. 'Durante la década de los ochenta, la ayuda oficial al teatro permitió pasar de la penuria a la decencia', dice Sanchis Sinisterra, que constata también que 'con la democracia, el teatro comenzó a eludir la problemática social'. De ahí, como es casi natural, que el texto perdiera peso a favor de la imagen y que Sanchis lamente que si 'España ha producido una gran cantidad de autores, los directores prefieren los clásicos o los nuevos dramaturgos británicos o alemanes'.
¿Colonización, papanatismo? Para Juan Mayorga, la solución es embarcarse en 'experiencias en las que director, autor y actores trabajan juntos, tal y como hace Rodrigo García'.
El argentino Rodrigo García defiende lo que él llama un teatro de 'contraataque', de experimentación, en que la noción de 'espectáculo' deja su plaza a la de obra pero ésta es entendida de manera particular: 'No me interesa un teatro en el que los actores simulan sufrir o ser felices, sino la acción, la performance real, en el momento en que se produce. No abordo temas políticos, pero considero un acto político difundir informaciones que no se encuentran fuera del teatro'. Para el director de la Cuarta Pared, Jesús Yagüe, el gran mérito del conjunto de montajes que acuden a Toulouse es haber roto 'con un teatro que no hablaba de la realidad' y haber redescubierto un 'teatro de agitación que es reflejo de las preocupaciones del momento: el racismo, la xenofobia, el nacionalismo, los okupas y la vivienda'.
Para Cesc Gelabert, ese radicalismo político no es el motor de su trabajo de purificación estética, como sin duda tampoco lo es para Àngels Margarit y su trayectoria de descubrimiento de valores femeninos, pero tampoco deben sentirse totalmente ajenos a él. Jean-Louis Perrier, por su parte, se declara seducido por la capacidad para 'trabajar con pocos medios y grandes ambiciones' que ve en los distintos montajes o propuestas, y describe con placer la habilidad de Nico Baixas para hablar con las manos, heredada de una Teresa Calafell a la que el hijo rinde homenaje.
Y se hace eco de la queja de una generación artística que ve cómo 'Belbel recibe un molière en Francia cuando en España se representa en el circuito de salas alternativas, o como La Ribot y Anne Teresa de Keersmaeker bailan en el teatro de la Ciudad en París cuando en Madrid tienen que buscar refugio en salas como La Cuarta Pared o Pradillo'.
Todos los profesionales españoles desplazados a Toulouse participarán en un encuentro-debate con autores, directores y coreógrafos franceses, organizado por el ONDA, organismo que se ocupa de facilitar la difusión de espectáculo vivo. El tópico tradicional del chauvinisme francés es así desmentido de nuevo por los hechos, al igual que la crisis de creatividad que se supone atraviesa la escena gala: donde hay curiosidad por lo que hacen los demás, siempre hay vida.
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