El Reino Unido autoriza un bebé genéticamente seleccionado para salvar a su hermano
Las autoridades británicas autorizaron ayer por primera vez el nacimiento de un bebé probeta genéticamente seleccionado de manera que su cordón umbilical pueda ser utilizado para intentar salvar la vida de su hermano enfermo. Como norma general, la ley británica prohíbe la utilización de esta técnica salvo cuando es expresamente autorizada. Ésta es la primera vez que la Autoridad para Fertilización Humana y Embriología autoriza la creación de un bebé de diseño con fines terapéuticos.
Raj y Shahana Hashmi, una pareja de Leeds, en el norte de Inglaterra, pidió autorización en octubre pasado para tener un hijo genéticamente modificado para intentar salvar la vida de su hijo Zain, de cuatro años, que sufre una enfermedad sanguínea muy poco habitual llamada talasemia. El cordón umbilical de su futuro hermano será utilizado para realizar un trasplante de médula a Zain, única solución que atisban los médicos para curarle, aunque tampoco hay garantías de que así se salve.
La ley británica sólo permite seleccionar los genes antes de la implantación para evitar enfermedades muy graves del propio embrión, pero no con el objetivo de salvar a terceros. Pero desde hace poco tiempo la autoridad correspondiente sí está habilitada para autorizar esa técnica caso a caso.
Ayer la autorizó por primera vez, aunque de hecho ya hay una pareja de británicos que ha utilizado esa técnica, pero prefirieron viajar a Estados Unidos, donde es legal, en lugar de esperar varios meses hasta obtener permiso de la Administración británica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.