Queja por un servicio de ortopedia

El pasado 30 de noviembre me dirigí a la ortopedia IDEO de Sevilla y les presenté la receta para la realización de un aparato ortoprotésico largo de marcha con objeto de que lo realizaran. El día 15 de febrero de 2002, y aunque ya lo tengo, después de muchísimos problemas con el mismo, no está en condiciones de ser usado.

Me dirijo a este medio para denunciar el trato humillante, vejatorio e insultante que esta ortopedia me ha dado. Yo necesito el aparato tanto como una persona 'normal' su pierna para andar, y lo necesito en perfectas condiciones. Esta ortopedia, tras el último arreglo, me dejó el aparato para probarlo unos días y al observar problemas en el mismo, el 14 de febrero, fui de nuevo a la ortopedia para que lo mirasen y arreglasen.

Cual fue mi sorpresa cuando se negaron a hacerlo alegando que como yo había interpuesto una reclamación contra ellos, en ningún caso por el estado del aparato si no por la tardanza en su realización y el maltrato recibido por los empleados de la empresa, y que, por tanto, no se harían cargo hasta que la OMIC no se pusiera en contacto con ellos.

Ellos son los depositarios de mi capacidad para poder andar, trabajar, en definitiva vivir; ellos son una empresa que alardea de estar registrada en AENOR, pero no tienen la suficiente humanidad para comprender esto.

Ya no es el trato dado lo que me hace escribir esta carta, sino poner en conocimiento de las personas que puedan acudir a esa empresa que corren el riesgo de no disponer del producto que encarguen, ya que ellos lo que sí han hecho (cómo no) es tramitar la receta del SAS, pero yo no dispongo del aparato que encargué.