La Guardia Civil interviene en Cádiz 13 toneladas de hachís y detiene a 16 personas en 4 operaciones

La Guardia Civil de Cádiz ha intervenido en cuatro operaciones desarrolladas en los últimos días en distintas localidades de la provincia gaditana varios alijos que suman en torno a los 13.000 kilogramos de hachís. Asimismo, ha detenido a un total de 16 personas que introducían droga procedente de Marruecos. La primera y más importante de las actuaciones se ha saldado con la incautación de entre seis y 10 toneladas de hachís y la detención de nueve personas, entre las que se encuentran un agente de la policía nacional de Jerez y un funcionario de Aduanas.

La actuación de mayor peso ha permitido desarticular una gran red dedicada al narcotráfico y que utilizaba el puerto de la ciudad de Cádiz como canal de entrada de la droga. Uno de los alijos fue interceptado dentro de un camión cisterna en los muelles gaditanos, mientras un segundo camión que partió de Cádiz fue interceptado en Soria.

Las investigaciones se han saldado también con la detención de nueve personas, entre las que se encuentra un policía nacional de la Comisaría de Jerez y un funcionario de la aduana. Ambos han pasado a disposición judicial acusados de ofrecer información a la organización de narcotraficantes para sortear los controles antidroga y facilitar así la introducción de los cargamentos.

El agente detenido, cuya identidad responde a las iniciales G.R.H., tiene 54 años y carece de antecedentes penales. En la actualidad, se encontraba de baja por depresión y ya ha sido suspendido de empleo y sueldo.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) salió en defensa de este agente. Un portavoz sindical denunció que las autoridades policiales y judiciales no han respetado la presunción de inocencia de su compañero, a quien definió como un agente 'ejemplar y modélico' con más de 30 años de experiencia.

Segundo agente

La operación permanece abierta y no se descarta la detención de un segundo agente de policía supuestamente implicado también con esta red desarticulada, de la que no se ha facilitado ningún dato.

En otras tres operaciones efectuadas en los últimos días, la Guardia Civil ha aprehendido dos alijos de 1.000 kilogramos de hachís y un tercero de 1.200 kilos. La primera de estas actuaciones se desarrolló el pasado viernes en la localidad de Chipiona, donde los agentes aprehendieron una embarcación de recreo que transportaba una tonelada de hachís repartida en cuarenta bultos envueltos en sacos de arpillera. El yate era remolcado por un vehículo, cuyos tres ocupantes fueron detenidos, mientras un cuarto pasajero logró darse a la fuga. La intervención posterior de agentes del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) de la Comandancia de Cádiz permitió la detención del fugado y de un quinto implicado en el transporte de la droga, así como la intervención de cinco vehículos, la embarcación de recreo de siete metros de eslora y la droga. Los cinco detenidos, vecinos de Sanlúcar de Barrameda, han pasado a disposición judicial.

Las dos últimas operaciones se desarrollaron en la madrugada de ayer. En el transcurso de un servicio de control en la carretera A-381, en el término municipal de Medina Sidonia, agentes de la Patrulla Fiscal Territorial de El Puerto de Santa María y el Subsector de Tráfico de Cádiz detuvieron al conductor de una furgoneta que transportaba un alijo de una tonelada de hachís, repartida igualmente en 40 bultos. El vehículo intervenido, matrícula Mercedes Benz, había sido sustraído el pasado 5 de enero en la localidad de Tres Cantos (Madrid). El detenido, de 46 años, era natural de Sevilla. Por último, una patrullera de la Guardia Civil interceptó frente a la costa de San Roque una lancha rápida que transportaba también 40 bultos de hachís, con un peso total de 1.200 kilogramos. Los agentes detuvieron al único conductor de la embarcación.