El futuro 'salón del Prado' requiere hacer un intercambiador en Atocha
El Ejecutivo regional tiene la última palabra sobre el alcance de la remodelación urbanística
La reforma del paseo del Prado para recuperar esa vía como eje de un salón peatonal que enlace los museos de la capital (el propio Prado, el Centro de Arte Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza) está condicionada a la construcción de una infraestructura que depende de la Comunidad: un intercambiador de transportes situado junto a la entrada del AVE, en Atocha. En ese punto coincidirían los autobuses que paran ahora en superficie con las líneas de metro y cercanías, según se recoge en el proyecto dirigido por Álvaro Siza que ganó el concurso convocado por el Ayuntamiento.
El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, anunció el pasado día 5, nada más conocerse el fallo del jurado, que este año estará redactado el Plan Espacial en el que se concretarán y plasmarán las propuestas del proyecto presentado, bajo el lema Trajineros, por los arquitectos Álvaro Siza Vieira y Juan Miguel Hernández de León, junto a una veintena de profesionales más. Pero hasta ahora no se ha celebrado ninguna reunión entre los responsables de la Concejalía de Urbanismo y los autores del proyecto para empezar a trabajar en ese plan espacial.
Ese documento adaptará las propuestas de los arquitectos a las normas del Plan General de Ordenación Urbana, y sólo cuando esté redactado se verá si efectivamente las aceras del Thyssen y del Prado ganarán terreno sobre la calzada ensanchándose dos metros la primera y casi duplicándose la segunda, para crear una explanada que recuerde al añorado salón del Prado junto a la principal pinacoteca del Estado.
Pero para ganar ese espacio peatonal serían suprimidos dos carriles de la calzada actual (uno en cada sentido), y para evitar atascos habrá que reducir, a la vez, el tráfico que discurre por el paseo del Prado. Con ese objetivo, el proyecto de Siza y Hernández de León plantea que se derive un 15% de la circulación hacia la calle de Alfonso XII. Para ello proponen que se prolonguen los túneles que discurren actualmente bajo esa calle y bajo la glorieta de Carlos V.
Los dos subterráneos se unirían en el cruce de los paseos de la Infanta Isabel, Reina Cristina y la avenida de la Ciudad de Barcelona. Bajo tierra, en ese punto, se crearía un entramado de vías 'similar al que existe ahora en Azca, pero en vez de construir encima edificios, arriba ganaríamos un nuevo espacio ajardinado y peatonal', explica Jorge Hernando, responsable de las propuestas de tráfico en el equipo Trajineros.
'La idea es desviar el tráfico que utiliza el entorno de Atocha como vía rápida hacia las carreteras de Burgos y Valencia. Con el nuevo diseño de los túneles, los coches irían bajo la calle de Alfonso XII en dirección norte; y hacia la M-30 los vehículos que circulen en dirección a la N-III', afirma Hernández de León.
Eliminar la gasolinera
Además de las nuevas vías subterráneas, el proyecto ganador del concurso -al que se presentaron ocho propuestas- cree necesario unificar en un intercambiador la multiplicidad de líneas de autobús y metro que hoy confluyen en Atocha. Ese intercambiador se situaría junto a la estación de Renfe, lo que facilitaría el tránsito con los viajeros que llegan a ese punto de la capital en las líneas de cercanías o en el AVE. La propuesta implica la desaparición de la gasolinera que hay en la confluencia del paseo de la Reina Cristina y la avenida de la Ciudad de Barcelona.
Pero los plazos para esta propuesta son de los más difíciles de concretar, ya que antes será preciso negociar con el dueño de la gasolinera, según reconocía el pasado viernes el alcalde, José María Álvarez del Manzano. A ello se añade que la decisión sobre el intercambiador no corresponde al gobierno municipal, sino al Consorcio Regional de Transportes, que depende del Ejecutivo de la Comunidad.
'Estamos esperando reunirnos con el Ayuntamiento y ya damos por supuesto que todas las ideas no son asumibles al 100%. Pero esa idea [el intercambiador] es técnicamente posible', opina Hernández de León. 'Hemos estudiado por dónde viene la línea de metro y las cotas de la estación, y técnicamente hay hueco para hacerlo. El concurso para reformar el eje del Prado en toda su extensión exige no sólo la implicación del Ayuntamiento, sino también de otras administraciones. Exige la voluntad de llevarlo a cabo', dice el responsable de Trajineros.
'El intercambiador es básico para la prolongación del salón del Prado hacia el paseo de la Reina Cristina. Si no se realiza esa obra, se produciría un corte más brusco de lo que proponemos para recuperar el cerrillo de San Blas y el sur del Retiro', concluye Hernández de León, presidente del Círculo de Bellas Artes. Este arquitecto resalta que el principal valor del proyecto que obtuvo el respaldo unánime del jurado es precisamente que 'intenta recuperar una configuración unitaria del paseo del Prado y devolver el protagonismo al cerrillo de San Blas, abriendo el Retiro hacia el barrio del Pacífico, desde donde se ve el mar'. Y agrega: 'Hay un parámetro equivalente entre el mar y el llano: la línea del horizonte. Queremos que Madrid recupere esa cota del cerrillo de San Blas desde donde se ve el horizonte'.
Las reticencias del consejero Cortés
Luis Eduardo Cortés, vicepresidente del Goberno regional y consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, se mostró sorprendido al conocer la propuesta de un intercambiador nuevo junto a la estación de Atocha. 'No lo veo necesario. Ahí ya llegan el metro y los autobuses', apuntó en un primer momento. Después matizó: 'Habrá que estudiarlo con detenimiento. No conozco el proyecto a fondo y el paseo del Prado es una zona muy delicada. Cualquier cosa que se haga tiene que ser con sumo cuidado'. Cortés, vecino del barrio de los Jerónimos, ha cuestionado en varias ocasiones que sea necesario ampliar el espacio peatonal en el entorno del Museo del Prado, ya que, a su juicio, las 'aceras ya son bastante anchas', y si se reducen los carriles para el tráfico puede haber problemas de circulación. Con todo, el vicepresidente regional reiteró ayer que esperará a conocer el plan especial, pendiente de redacción, para dar su opinión definitiva. Ignacio del Río, edil de Urbanismo, quiere que ese plan, que deberá ser aprobado por la Comunidad, esté redactado este año para poder iniciar las obras en 2003. El proyecto de Álvaro Siza plantea también la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo la plaza de la Lealtad. 'No puedes tener 18 autobuses aparcados en torno a la plaza de Neptuno, como ocurre ahora', afirma el arquitecto Juan Miguel Hernández de León.
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