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Cultura y el sector teatral rebajan la tensión con un incremento del 40% de las ayudas

El acuerdo se aplicará este año a la espera de la promulgación de la ley de artes escénicas

Ferran Bono

El pulso que mantenían los profesionales del teatro valenciano y la Generalitat terminó ayer con un acuerdo entre las partes que supone el incremento en un 40% de las ayudas al sector. Así, las subvenciones a la producción, a las compañías y a los convenios singulares con salas privadas pasan de los 1.580.000 euros (263 millones de pesetas), asignados en el presupuesto del 2002, a los 2.223.000 euros (370 millones de pesetas) acordados ayer. El aumento supone un 15% más que la última propuesta de Teatres, que no aceptó el sector, y un 20% menos que la petición de éste.

A pesar del intenso pulso que han mantenido la Administración y la profesión en la mesa de negociaciones y en los medios de comunicación en las últimas semanas, ambos coincidieron ayer en que el acuerdo supone un 'impulso' y un 'crecimiento' del teatro y la danza valencianos en el camino hacia la puesta en marcha de la futura ley, y, en consecuencia, a la creación del Teatre Nacional Valencià y del Instituto de las Artes Escénicas, previsiblemente el próximo año. El cruce de acusaciones se tornó en una foto de familia.

Para ello, Teatres de la Generalitat ha redistribuido su presupuesto para atender a algunas de las demandas del sector hasta que entre en vigor el nuevo marco jurídico. El representante de la asociación de actores (AAPV), Pep Ricart, llamó a este tránsito 'periodo de adaptación'. Josep Policarpo, de la asociación de compañías Avetid, señaló que 'se abre un nuevo periodo que será más beneficioso para las artes escénicas'.

Tras recordar que ninguna otra partida presupuestaria del departamento de Cultura había aumentado tanto como la de Teatres, la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, manifestó que el acuerdo significa 'un impulso para la orden de ayudas al sector privado' con el objetivo de 'fortalecer a este sector cultural y al tejido empresarial que lo sustenta'.

Los convenios singulares suscritos con salas y compañías (similar en la forma a los de otras comunidades autónomas) queda del siguiente modo: Moma recibirá 69 millones de pesetas (por 60 el pasado año); El Micalet, 52 (14, el ejercicio anterior, una vez se reinauguró la sala); L'Horta, 20 (7); Ananda, 15 (11); Vicente Sáez, 15 (11). Para la concertación de compañías de teatro se destinan 142 millones de pesetas, a las de danza, 20 millones, y para el Circuit Teatral, 145.

Ciscar anunció que, previsiblemente, la Ley de las Artes Escénicas entre en las Cortes en el mes de junio, mientras que su aprobación se estima para el mes de octubre. No obstante, la puesta en marcha de los nuevos organismos como el Instituto del Teatro o el Teatre Nacional Valencià no empezarán a funcionar hasta el próximo año.

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Por otra parte, Ciscar rechazó de plano cualquier especulación sobre la sustitución de Jaime Millás al frente del Teatres y lo reafirmó en su cargo.

Por una televisión 'más culta'

Entre las reivindicaciones del sector teatral se encontraba la de establecer contactos con RTVV, la de tener representación en la Fundación de la Ciudad de las Artes Escénicas de Sagunto y la de replantear el método para organizar la producción pública. Respecto a la primera, la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, anunció que se iniciarán conversaciones 'para que haya una televisión más culta'. En relación con el proyecto saguntino, el asunto se queda a la espera de tomar una decisión sobre el futuro orgánico de dicha fundación, con la posibilidad de que pase a formar parte del Instituto de Teatro en 2003, institución en la que la profesión estará representada. Por último, el sector teatral propondrá en el consejo rector de Teatres del jueves la creación de un foro, integrado por profesionales del teatro, con el fin de estudiar modelos de producción pública. Uno sería el del extinto Centre Dramàtic de la Generalitat, con un comité de lectura y de asesoramiento, y otro, el modelo francés, basado en un contrato programa que sale a concurso.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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