Cool, la casa del 'house'

Una leyenda urbana sostiene que, unos días antes de morir (en 1992), Camarón de la Isla actuó por última vez en el Rock Club, nombre anterior de lo que hoy se conoce como Cool, local de moda de la noche madrileña. Lo cierto es que la última actuación del eximio cantaor fue en el San Juan Evangelista (tiene una placa que lo recuerda) y que la del Rock Club fue un par de años antes y adquirió notoriedad por el alto precio de las entradas en taquilla y en reventa (de 5.000 a 30.000 pesetas de finales de los ochenta), la cantidad de oro que se exhibió en el escenario y entre el público o la curiosa mezcla de flamencos con rockeros malditos.

Cerrado durante todos los noventa, el Rock Club había sido antes La Luna Rutilante, El Biombo Chino y Dadá, pero desde hace justo un año ha vuelto a llenarse de vida con un nombre tan sugerente como Cool (equivalente a enrollado, chic, guay). El tono oscuro que tenía como uno de los últimos templos del rock, por donde pasaron desde Sonic Youth a Dr. John, Taj Mahal, The Christians o Los Peatones -la efímera unión de Santiago Auserón con Manolo García- se ha transformado en un espacio que mira más al futuro que al pasado. Una decoración con visos galácticos, una eficaz obra de insonorización y una cabina en la que mandan Santos Gascón y el dj de origen japonés pero nacido en San Francisco Tetsuya Ura la han convertido en la sala madrileña de la gente guapa aficionada a la música house más avanzada.

Cool. Isabel La Católica, 6; metro Santo Domingo. Teléfono, 91 542 34 39. www.coolballroom.com. Horario: jueves, viernes y sábados de 24.00 a 6.00. Entrada (con consumición): 12 euros los jueves y viernes, 15 euros los sábados. Consumiciones: cervezas y refrescos, 6 euros; combinados, 8 euros.