La búsqueda de la eficacia y la promoción del reequilibrio

Rafael Romero evitó discutir si las inversiones públicas dan prioridad a Madrid sobre Barcelona. En su opinión ésa es una parte vistosa de la discusión, pero no la más provechosa. El asunto, dijo, es que la función de las inversiones en infraestructuras es generar actividad económica. De modo que hay que juzgarlas por su eficacia para ese objetivo.

Cataluña se aprovecha de tres grandes proyectos que han tirado de la actividad del sector en 2001 y lo seguirán haciendo durante tres o cuatro años más: la línea de alta velocidad y las ampliaciones del puerto y del aeropuerto. En su opinión, no es dudosa la utilidad de estas obras para generar actividad económica e incluso inversiones procedentes del sector privado.

'No es que rechacemos el papel reequilibrador de las inversiones', dijo, 'lo que defendemos es que ése no puede ser el único criterio'. Romero añadió que en estos momentos se ha superado el nivel de obras de los años 1990 y 1991, los de máxima actividad relacionada con los Juegos de 1992, aunque, matizó, 'entonces el ámbito de actuación era apenas Barcelona y hoy se actúa en toda Cataluña'.