Un chatarrero encuentra a un bebé en una cesta de plástico abandonada en un contenedor de una calle de Sevilla

María puede decirse que ha tenido suerte a pesar de todo. Desde las 12,30 horas de la madrugada del lunes descansa plácidamente, sin que los médicos le hayan encontrado hasta ahora ningún problema de salud, en el Área de Prematuros del hospital Infantil Virgen del Rocío. La dirección del centro hospitalario ha comunicado la situación al Servicio de Atención al Niño y a la autoridad judicial.

Un chatarrero la encontró a las 12,07 horas entre unos cartones, junto a un contenedor, cuando buscaba chatarra en la calle Hytasa, frente a las Consejerías de Empleo y Desarrollo y Asuntos Sociales. María estaba dentro de una cesta de plástico, con un trozo de cartón a su lado en el que figuraba su nombre, y envuelta en pañales y sábanas limpias. Una manta la protegía del frío.

María, según los médicos que la atienden, ha tenido suerte. Podía haberse desangrado. El condón umbilical, que sí había sido cortado, no estaba ligado. 'Pero éste se colapsó por si solo y la hemorragia se había interrumpido espontáneamente', explica Antonio Cáceres, neonatólogo, que ha estado, desde el momento en el que la niña llegó al hospital, pendiente de su evolución.

Cáceres se ha encariñado con María. 'Estaba muy limpia y bien alimentada. No lloraba. Mi impresión es que hasta el momento de abandonarla la habían atendido muy bien. Es morenita y tiene los ojos oscuros y grandes', comenta. El neonatólogo asegura que María no tenía más de 10 o 12 horas de vida cuando el chatarrero marcó el 112 y llamó al Centro de Coordinación de Emergencias (CECEM).

María no pesa mucho: apenas 1.925 gramos. Y mide 45 centímetros. 'Pero no es una niña prematura. Yo diría que es una niña normal, en el sentido más amplio de la palabra', matiza Cáceres. 'Una niña de bajo peso y muy guapa', concluye el neonatólogo.

Ahora María permanecerá aproximadamente dos semanas en el hospital infantil, hasta que los médicos comprueben que su estado general es perfecto y no corre peligro. Luego pasará a una casa cuna, dependiente de Asuntos Sociales. Esto ocurrirá una vez que la Junta haga pública su condición de desamparo. Entonces, si procede, la administración andaluza iniciará los trámites pertinentes para dársela a alguna familia en adopción.

Nada se sabe del chatarrero que denunció el hallazgo del bebé, que, según cuentan todas las fuentes consultadas, desapareció del lugar sin dejar rastro. En la Delegación del Gobierno aseguran que éste estaba bastante nervioso cuando llamó desde una cabina al CECEM. La llamada alertó de forma automática a los servicios de emergencia sanitaria, al cuerpo nacional de policía y a la policía autonómica. Y en apenas 15 minutos el bebé ingresó en el hospital sano y salvo.

Cáceres que lleva más de 20 años trabajando en el hospital infantil, no recuerda un caso similar.