'No ha habido en ningún momento una falta de disciplina al PNV'
Begoña Azarloza (1944) se ha convertido, probablemente a su pesar, en una de las alcaldesas más conocidas del País Vasco por la gran polémica suscitada a raíz del proyecto de instalar una central energética en el municipio que dirige, Amorebieta, y la convocatoria o no de una consulta popular al respecto.
Pregunta. ¿Cómo lleva toda esta polémica?
Respuesta. Dura ya dos años, pero no hay nada indefinido y al final tiene que decantarse. Según se toman decisiones, parte de la polémica va desapareciendo.
P. Muchos vecinos siguen preguntándose por qué se cambió la inicial pregunta de la consulta ya desconvocada, que era mucho más directa.
R. Sí era mucho más directa, pero se cambió por problemas absolutamente legales. La competencia del Ayuntamiento es sólo proponer a otras instancias, a la Diputación y al Gobierno vasco, el cambio de los usos energéticos. El Ayuntamiento puede preguntar lo que él puede realizar.
'Las consultas son algo que tienen que tener los ayuntamientos para casos extremos'
'Me ha sorprendido que la gente crea que vayamos a hacer algo que genere cánceres'
P. Entonces hubo un error al plantear la primera pregunta.
R. Efectivamente hubo un error inicial. Sólo podíamos decidir sobre la competencia que teníamos. Ya hemos insistido en que ese recorrido de la consulta era corto.
P. También se comenta que la pregunta se cambió por la presión de su partido, el PNV.
R. Las interpretaciones son personales, pero eso no es así. Como grupo municipal tenemos dos disciplinas, cara al partido y otra cara al pueblo. Ese cambio fue por razones estrictamente legales. Y nos quedamos absolutamente solos. Eso hay que reconocerlo, sin ningún subterfugio.
P. ¿Se arrepiente de haber anunciado la consulta el pasado septiembre?
R. No es cuestión de arrepentirse. No podemos echar la moviola. Sabíamos que una consulta era un precedente y un riesgo, pero lo hicimos ante el ambiente de crispación y la manipulación que había. Era para propiciar el debate y para que la gente acudiera con tranquilidad a votar y luego podríamos decir a la Diputación si la preocupación había remitido o aumentado. No fuimos capaces de atraer ni a nuestro propio partido. Fue una sorpresa cuando el resto de partidos no quisieron avalar la encuesta.
P. ¿Le sorprendió más la postura del PNV que la del resto de formaciones?
R. El partido no veía la consulta. He entendido el planteamiento del partido de que no se puede hacer una consulta por cada servicio público, pero nunca se había dado en Amorebieta esta crispación, era una excepcionalidad.
P. Usted y otros siete concejales del PNV en Amorebieta siguen bajo la amenaza de expulsión del partido.
R. Es un tema de régimen interno que seguirá sus pasos.
P. Pero Iñigo Urkullu, el presidente del PNV vizcaíno, anunció que si se desconvocaba la consulta se cerraría el expediente interno.
R. Si lo dijo Urkullu, será así. Nosotros no tenemos ninguna comunicación. Que yo sepa, el expediente está como estaban. Eso se solucionará por vía interna, se tomará la decisión que se considere más oportuna.
P. Después de tantos años de militancia en el PNV, ¿teme su expulsión?
R. No temo la expulsión. Me parece que no ha habido por nuestra parte, en ningún momento, una falta de disciplina. Lógicamente esto es opinable. Es un tema de procedimiento, es algo que los ayuntamientos tienen que tener y utilizarlo en casos extremos. No tenemos esa conciencia de desobediencia a unas directrices de partido. Cualquier ayuntamiento, esté gobernado por quien esté, tiene que tener en la recámara un margen para estas cosas, que no son ideológicas. Lo he entendido siempre así.
P. Pero hay escasos casos de consultas por temas locales...
R. Insisto en que es excepcional. Nosotros, a pesar del riesgo y el precedente, hemos entendido que era bueno y que iba a propiciar todo ese debate para que la gente entendiera que no hay riesgos en la central. Dicen que va en contra de la salud. ¿Y los coches?, ¿y cualquier empresa de Amorebieta?
P. La plataforma vecinal Zornotza Bizirik ha presentado firmas de médicos denunciando riesgos para la salud.
R. Hemos remitido ese informe al Departamento de Sanidad. Me sorprende que cuando los informes técnicos son positivos se cree en ellos y cuando son negativos, no. Si esta planta cumple los requisitos de la UE, el Gobierno de Madrid, el Gobierno vasco, la Diputación y del propio Ayuntamiento, tenemos y debemos dar licencia. Si no, sería prevaricación.
P. La polémica puede trasladarse ahora a las licencias municipales, los últimos permisos para empezar las obras. ¿En qué situación está?
R. Está todavía en fase de estudio en el Ayuntamiento. Puede estar en exposición pública en dos meses.
P. Por lo que sabe, ¿la solicitud de ESB cumple las normativas municipales?
R. Todavía no tengo el informe del arquitecto. Si no cumpliera, no seguiría su trámite. En las normas [urbanísticas municipales] había un tema de alturas, que no podía superar los 10 metros, salvo justificación técnica [el proyecto de la planta prevé chimeneas de más de 50 metros]. Si los técnicos justifican que se necesitan más de diez, los políticos seguiremos eso al pie de la letra.
P. La plataforma ha anunciado un referéndum. ¿Qué opina?
R. Prefiero no opinar. No entiendo por qué no se ha apoyado una encuesta oficial del Ayuntamiento.
P. Pero la crispación en el pueblo prosigue. Si se dan los permisos para las obras, ¿qué puede pasar?
R. Espero que nada. La ley hay que cumplirla. Habría que hacer un esfuerzo, y lo comenté con Industria, para que los técnicos, y no lo políticos, expliquen a la población. Me sorprende que se haya invitado a la plataforma a visitar una planta en Irlanda y no hayan ido. Siempre me ha sorprendido que la población crea que este Ayuntamiento u otro pueda hacer algo que genere leucemias, enfisemas, cánceres.
P. ¿Por qué se ha desatado esta polémica en Amorebieta cuando hay otros cuatro proyectos energéticos, algunos similares, en Vizcaya?
R. Creo que se ha utilizado políticamente. Sí es verdad que el fantasma de la energía, quizás por las nucleares y Lemoniz, influye y la gente, por si acaso, dice que no. Todo eso ha creado una preocupación importante en todos los sectores de la población. Y es muy difícil de desmontar.
P. ¿Cree que esta crispación va a ir desapareciendo?
R. Soy escéptica en general, pero soy optimista porque la racionalidad suele imperar. Pero tendremos que hacer reuniones entre todos para que los técnicos expliquen al pueblo de Amorebieta que quiera oírle. Donde ha habido un fallo muy importante ha sido en la información.
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