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De los gestos a las reformas pasando por la seguridad

Jacques Rogge, el belga que sucedió a Juan Antonio Samaranch al frente del COI, quiere mostrar con gestos su forma de actuar. Así, desde el jueves duerme con los deportistas en la Villa Olímpica. Atrás dejó el hotel de los miembros de su organismo y también algunos comentarios, anónimos naturalmente, de 'oportunismo progre'. 'No; no iré a fiestas más que con los atletas que ya hayan competido o ganado. Antes tienen que estar concentrados', atajó tras referirse a las dos grandes preocupaciones: la seguridad y el patriotismo.

'El nivel de seguridad es el más alto posible. Después del 11-S, hemos visto todo tipo de medidas y las que han montado las autoridades de Estados Unidos son las mejores', apostilló Rogge; 'me complace ver que todo funciona. Creo que los Juegos tendrán una importancia muy especial como símbolo de la paz'. Respecto al patriotismo, al aceptar el COI que la bandera hallada entre las ruinas de las Torres Gemelas estuviera, en la madrugada española pasada, en la ceremonia de apertura, puntualizó: 'Será un homenaje, como tantos otros, a las víctimas. Es la enseña del país organizador, somos sus invitados y no se vulnera el protocolo olímpico ni se manda ningún mensaje equivocado'.

Rogge también habló de sus grandes reformas, todas aplazadas hasta la reunión de noviembre en México: 'Ya están creadas las comisiones. En cuanto terminen los Juegos nos centraremos en los grandes temas: el estudio del programa olímpico, las auditorías, el tamaño de los Juegos futuros...'. En torno a este último apartado, el del gigantismo, matizó: 'Hay que reducir gastos en las instalaciones, que después se quedan vacías; en la tecnología, que se ha disparado, y en el número de acreditados: si los atletas del verano son 10.000, no puede haber 195.000 acreditaciones como en Sydney 2000'.

El presidente del COI calificó de 'extraña' la negativa de la Federación de Atletismo de Estados Unidos a dar explicaciones sobre sus razones para absolver a un atleta que participó en la cita australiana cuando había dado positivo en un control antidopaje. Pero, en definitiva, se lavó las manos.

Aquí, en cambio, se ha decidido publicar los nombres de los positivos previos, como el norteamericano Pavle Jovanovic, del equipo de bobsleigh, para echarlos de inmediato de la Villa Olímpica.

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