La tramontana se lleva un tejado de la zona reformada de Sant Pere de Roda

La fuerte tramontana que sopló ayer en la comarca del Alt Empordà arrancó el tejado de la futura sala de audiovisuales del monasterio benedictino de Sant Pere de Roda (siglo X), en el término de El Port de la Selva. El viento, que sopló con ráfagas superiores a 180 kilómetros por hora, arrancó una ventana, penetró con ímpetu en el interior del recinto e hizo saltar por los aires una cubierta poco convencional de madera, aislante y plancha de cobre. La reforma del monasterio, que había originado una polémica estética por su elevado intervencionismo, ha revelado ahora su fragilidad ante el embate del viento. 'La tramontana lo pone todo en su sitio', afirmó ayer el alcalde del municipio y experimentado albañil, Genís Pinart, quien añadió que el vendaval no ha causado otros daños de consideración en el término municipal aparte de la caída de algún letrero o algún árbol. 'Seguramente la obra estaba bien hecha', aclaró Pinart, 'pero no suficientemente preparada para soportar en embate de los vientos de la zona'. Afortunadamente, el recinto que se quedó sin cubierta, una dependencia auxiliar del monasterio datada en el siglo XVIII, se utiliza actualmente como almacén. Está previsto que hoy, siempre que el viento amaine, se realicen las tareas de desescombro de la sala.