El alcalde de Linares viaja a Moscú en busca de una solución
Una delegación del Ayuntamiento de Linares, presidida por el alcalde, Juan Fernández, viajó a Moscú el domingo con el objetivo de resolver el problema planteado por el nuevo campeón del mundo oficial, el ucranio Ruslan Ponomáriov, al incumplir su compromiso con el torneo. Si éste mantiene su actitud, una posible solución sería contratar al ruso Alexánder Grischuk, también de 18 años.
Aunque el plazo dado a Ponomáriov para que rectificase expiró ayer, al menos dos personas de reconocido prestigio, una rusa y otra española, se han dirigido al ucranio por encargo del Ayuntamiento para intentar convencerle de que su única postura aceptable es jugar el torneo. En el aire queda la amenaza de una demanda judicial por incumplimiento de contrato y la petición consecuente de un millón de dólares (1,15 millones de euros) de indemnización. Por otro lado, Ponomáriov sufre la presión de su entorno para que no se arriesgue a fracasar en un torneo tan duro un mes después de ganar el título mundial.
Grischuk, quien disputa estos días el torneo Aeroflot de Moscú, fue semifinalista del Mundial en el año 2000, cuando fue eliminado por el español Alexéi Shírov. Dos meses después, su actuación en Linares fue excelente: compartió el 2º puesto con Shírov, Judit Polgar, Anatoli Kárpov y Peter Leko. Después tuvo varias actuaciones grises, y cayó en la segunda ronda del Mundial de Moscú, ante su paisano Motílev, campeón de Rusia. Pero acaba de finalizar en el segundo puesto del torneo de Wijk aan Zee (Holanda) tras exhibir un juego brillante en varias partidas.
La opción de contratar a Vladímir Krámnik, campeón del mundo oficioso, está casi descartada por los organizadores de Linares en vista del silencio del ruso. También se han barajado los nombres de Judit Polgar y del azerí Teimur Radyábov, quien a los 14 años asombra en casi todas sus actuaciones. Pero las prioridades son Ponomáriov y Grischuk.
