_
_
_
_

La galería Trayecto exhibe las últimas aportaciones geométricas del pintor zaragozano Néstor Sanmiguel

Néstor Sanmiguel presenta en la galería Trayecto su última obra, en la que se recogen pinturas que juegan con la alucinación de la geometría y las combinaciones de líneas y colores. Bajo el título de 190 días de dolor (y otros viajes), el pintor nacido en Zaragoza en 1949 y afincado en Aranda de Duero (Burgos) ha abandonado los aires pop de sus creaciones de hace unos años para practicar una pintura más inmersa en el propio lenguaje pictórico.

La exposición, que se clausura el 9 de marzo, recoge obras de diversos formatos de un pintor que no ha perdido el trasfondo crítico que caracterizó sus primeros trabajos. Sanmiguel es un viejo conocido de la galería Trayecto en cuya inauguración en 1989 participó junto con otros artistas. A partir de entonces ha seguido interviniendo en la trayectoria de la sala y mostrando en Vitoria su evolución artística.

Miembro fundador en 1985 del espacio alternativo A UA Crag, viene desarrollando su creación desde hace años desde lo que se puede considerar una ascesis pictórica. Sanmiguel busca subyugar al espectador con una labor concienzuda donde la referencia al entorno inmediato y cotidiano es imprescindible. Es decir, el pintor aragonés ofrece una obra en principio fría y geométrica, pero lo hace sobre el recuerdo de los acontecimientos cercanos que han marcado su trayectoria vital.

El crítico de arte Juan Manuel Bonet lo definía en el catálogo que se editó para una exposición anterior titulada Un movimiento en la arena. La obra de Sanmiguel es 'geometría a menudo asimétrica, y en diálogo siempre con lo orgánico, con un universo de formas biomórficas y curvas'.

Así es en esta ocasión en la que acude a Vitoria, siguiendo una línea que ya se había podido ver en Trayecto hace un tiempo en una exposición colectiva. El pintor apuesta por las combinaciones geométricas con una minuciosidad extrema que convierte sus cuadros en juegos ópticos que confunden al espectador. Este efecto lleva instintivamente al acercamiento al cuadro para descubrir ese fondo compuesto por recortes, antiguos documentos, la memoria en fin.

La geometría es, por tanto, una excusa técnica para continuar exhibiendo sus inquietudes vitales, sociales y políticas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_