El riesgo del 'anillazo'

¿Qué tienen en común Diego Alonso, Raúl, Guayre, Salva, Rivaldo, Kovacevic, Djalminha o Zidane? Todos estos futbolistas, y muchos más, incumplen una norma internacional cada vez que pisan el césped. ¿Cuál? Juegan con anillos, algo que la FIFA prohíbe de forma tajante. 'Los jugadores no utilizarán ningún equipamiento ni llevarán ningún objeto que sea peligroso para ellos mismos o para los demás, incluido cualquier tipo de joyas', dice su regla número 4. Sin embargo, los árbitros hacen casi siempre la vista gorda.

Rara es la excepción. El pasado jueves, por ejemplo, Guti tuvo que vendarse con un esparadrapo su anillo para poder suplir a un compañero ante el Athletic en la Copa; en octubre último, Esquinas Torres obligó a Alfonso a desprenderse de un colgante y taparse unas pulseras de cuero que, como Amavisca, Luis Enrique, Jordi Cruyff o Michel Salgado, lleva por superstición.

Aunque algunos suelen desprenderse de sus adornos antes de salir a jugar -Beckham, del Manchester, deja en el vestuario su carísimo pendiente de diamantes-, muchos futbolistas lucen sus abalorios sin disimulo y con la permisividad de los colegiados: Kily González juega en ocasiones con un pendiente en su oreja izquierda, al igual que Dely Valdés y Gustavo López; Figo luce un ajustado cordel con un colgante; Olivera, un collar de colores; Diego Alonso, grandes anillos en ambas manos; Kluivert, una especie de cinta de cuero; Luis García y Pizzi, una cadena dorada...

'Es algo que está totalmente prohibido. No hay alternativa ni interpretación posible', afirma Manuel Díaz Vega, presidente del Comité Técnico de Árbitros e instructor internacional de la UEFA y de la FIFA. 'Si se consiente es porque el colegiado está vulnerando totalmente la normativa. Son reglas taxativas, no subjetivas', asevera. El ex árbitro internacional recuerda el caso de las espinilleras, cuyo uso se convirtió también en obligatorio por el posible contagio a través de la sangre de enfermedades como el sida. 'Jugar con anillos o pulseras es tan sancionable como hacerlo sin espinilleras, con la camiseta por fuera o con las medias bajadas', concluye.

'Siempre hacemos dos revisiones a los jugadores. La primera, una hora antes de comenzar el partido; la segunda, cuando faltan cinco minutos, más a fondo y ya en el túnel. Somos muy exhaustivos, pero no por capricho, sino por seguridad', se defiende el colegiado navarro Undiano Mallenco. 'Lo que pasa es que algunos hacen auténticas diabluras para salir con un determinado collar o algo que consideran un amuleto. Se esconden las cosas cuando les haces la revisión y luego se las ponen', explica.

Las normas no distinguen entre los tipos de joyas. Todas están prohibidas. Para los futbolistas existe, no obstante, una pequeña excepción, una regla no escrita que los árbitros aplican con benevolencia. Se trata de las alianzas, los anillos matrimoniales, en general más finos. 'Una cosa es el anillo saliente, el sello, y otra la alianza. Ésta es la única que podría permitirse porque es menos peligrosa y por razones personales, aunque también está prohibida', comenta Díaz Vega. 'Los que llevan casados mucho tiempo no se la pueden quitar', expone Undiano Mallenco. 'Eso es al menos lo que dicen. Lo máximo que puedes hacer es obligarles a que se la venden [como a Guti el jueves o a Palermo el día de su debú en España]', apunta el ex colegiado catalán Llonch Andreu.

¿Casado o soltero?, habrá que preguntar a cada futbolista.