Dos de los menores fugados de El Pinar regresan al reformatorio

Dos de los tres jóvenes de 17 años fugados el miércoles del reformatorio El Pinar (Fuencarral) regresaron ayer a este centro cerrado para menores autores de delitos graves. Uno de ellos volvió por su voluntad tras presentarse por la mañana a una comparecencia judicial y el otro fue capturado de madrugada por la policía en San Bernardo, 30 (Centro). Este segundo chaval trató de agredir ayer a un educador, según la Consejería de Servicios Sociales, que cree que precisaría un centro psiquiátrico.

Los tres chicos fugados -uno español, otro colombiano y el tercero marroquí- están imputados en delitos de robo con violencia. Sólo el marroquí sigue en libertad. La consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, del PP, aseguró ayer, al término del Consejo de Gobierno, que esta fuga puede considerarse 'como algo normal'. A su juicio, dado que el régimen de El Pinar 'no es carcelario' las fugas y los incidentes 'son inherentes al sistema'.

La consejera recalcó que 'el 90% de los chicos que se escapan de los reformatorios regresa por su propio pie'. Y añadió: 'Son jóvenes problemáticos, a veces con problemas psiquiátricos, por lo que, cuando ya en la calle recapacitan, regresan, porque se dan cuenta de que en el centro es donde más oportunidades tienen'.

Martínez señaló que 'en una semana' estará listo el reglamento de la Ley Penal del Menor, que elabora el Ministerio del Interior. 'Cuando este reglamento entre en vigor, 'se aclarará qué debe hacerse con algunos menores que, por sus problemas psíquicos, tal vez deberían estar en un centro psiquiátrico o terapéutico, pero que ahora, tal y como ordena el juez, deben permanecer en el reformatorio', añadió.

El defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, ha sugerido a Servicios Sociales que someta a una auditoría externa las medidas de seguridad de los reformatorios. 'Las fugas frustran la educación de los internos y ponen en cuestión la Ley del Menor, que en sí misma es buena. Por eso vemos necesario evaluar si se están poniendo suficientes mecanismos de seguridad, tanto en personal como en barreras físicas y tecnológicas', añade. Núñez Morgades no se ha planteado por ahora pedir también una evaluación externa de los proyectos educativos de los centros.

Los incidentes del miércoles en El Pinar comenzaron en el taller de carpintería cuando un interno hirió con un formón a un vigilante causándole un corte superficial en el abdomen. Otro guarda sufrió heridas leves en la mano después de que se la apresasen con una puerta.

Durante el altercado, varios internos subieron a los módulos donde están sus habitaciones 'rompiendo cristales y vaciando extintores'. Empleados del reformatorio aseguran que las fugas se produjeron mientras los vigilantes intentaban reducir a los amotinados. Según estas fuentes, algunos internos también sufrieron hematomas.

Ésta es la primera fuga en El Pinar desde que, el 1 de enero, asumiera su gestión la Fundación Grupo Norte. Este centro, abierto el 13 de enero de 2001, tuvo cinco motines y cinco fugas en su primer año, cuando lo dirigía la asociación Cicerón. Es el único de los cuatro reformatorios madrileños regido por una empresa.