Batallas en miniatura
El feudo de los juegos de estrategia por turnos ha sido desde siempre el PC. Sin embargo, los japoneses llevan muchos años jugando a títulos de rol que, como Final fantasy, utilizan un sistema de combate que se asemeja sobremanera a la llamada estrategia por turnos. La combinación da como resultado Advance wars para Game Boy Advance. Se trata de la tercera entrega de este título, en la que es palpable el bagaje acumulado para llevar este género hacia un formato reducido.
Las facciones enfrentadas son los habitantes de Orange Star y Blue Moon. Todo iba de perlas hasta que a Olaf, OJ de Blue Moon, le dio por conquistar la región de Alara, perteneciente a Orange Star. Esta excusa justifica el enfrentamiento continuo entre ambos países, que se traduce en decenas de mapas disponibles donde se deberá capturar, una a una, todas las ciudades. Para ello cuenta con tropas de todo tipo. Cada tropa, tanque, vehículo de reconocimiento, etcétera, posee unas características distintas que le permiten desplazarse a mayor o menor distancia, realizar ataques más potentes o ver más lejos que las demás. Por ello, como si se tratara de las piezas de un ajedrez, hay que moverlas siendo muy consciente de las capacidades de cada una. Tras mover todas las unidades, pasa el turno y le corresponde a la máquina mover las suyas. Así sucesivamente hasta que uno de los dos elimina al contrario o captura todas las ciudades y el cuartel enemigo. Durante el turno se pueden realizar acciones como capturar una ciudad, atacar a un enemigo o suministrar combustible a una unidad, siempre que la proximidad entre tropas lo permita.
Advance wars
Desarrolla: Intelligent Systems Distribuye: Nintendo Plataforma: Game Boy Advance Género: Estrategia Recomendado: +12 Precio: 45,05 euros Internet: www.nintendo.com /games/gamepage/gamepage _main.jsp?gameId =633
Advance wars está elegantemente traducido al castellano, muestra unos gráficos encantadores y rebosa calidad por los cuatro costados. Pocas veces se puede disfrutar de un título tan bueno como éste, que además uno puede jugar mientras viaja en metro o llevárselo al cuarto de baño. El principal problema que podía presentarse al trasladar la estrategia a una consola portátil es que ésta no tiene ratón para seleccionar las tropas y los puntos de destino como se hace en el PC. Sin embargo, está muy bien resuelto, tanto con el control direccional, que se desplaza por cuadros, como añadiendo la funcionalidad de selección automática de la siguiente tropa sin órdenes asignadas al botón superior izquierdo.
El pequeño cartucho ofrece un modo entrenamiento que convierte el manual en una consulta innecesaria para empezar a jugar. Acompañado por Nell, el usuario descubrirá para qué sirve cada botón de la consola y cada unidad. Hecho esto, se abre el modo historia, en el que hay que vencer a todos los comandantes enemigos. Además se puede elegir un mapa cualquiera para iniciar batallas instantáneas. La guinda la ponen los dos modos para varios jugadores. El primero permite que dos usuarios compitan entre ellos en una misma consola, pasándosela tras terminar cada turno. El segundo acepta hasta cuatro usuarios jugando con sus correspondientes consolas conectadas entre sí, pero lo mejor es que sólo es necesario un juego en una consola para que todos puedan participar.
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