Kaspárov menosprecia el triunfo de Ponomáriov

Sin una sola palabra de elogio hacia Ruslan Ponomáriov, campeón del mundo oficial a los 18 años, Gari Kaspárov atribuye la victoria del ucranio sobre su compatriota Vasili Ivanchuk al nuevo ritmo de juego, más rápido que el clásico. Para el 'número uno', "las campanas doblan por la muerte del ajedrez", con ese control del tiempo.

Tras resaltar los errores de Ivanchuk cuando logró posiciones ganadoras en las partidas 2ª y 5ª, y asegurar que "Ponomáriov se limitó a jugar como lo hace siempre", Kaspárov subraya la baja calidad de las partidas de la final. "La principal conclusión del duelo, y quizá del Mundial entero, es el completo fracaso de la idea del nuevo control de tiempo", dice el ruso en un largo artículo, publicado en el Club Kaspárov de Internet. "Con él [90 minutos por jugador para toda la partida, más 30 segundos adicionales tras cada movimiento] no podemos esperar seriamente que la calidad pueda ser comparable con la de las partidas de siete horas", añade.

Kaspárov afirma que la fortuna influyó en la victoria de Ponomáriov: "Por ejemplo, tuvo suerte en que su rival fuese Ivanchuk, el único jugador de la élite capaz de semejantes errores en la final. Anand, Leko, Shírov o Topálov no le hubieran dado tantas facilidades". Y aún carga más las tintas: "No sería justo equiparar el título de Ponomáriov con los que ganaron Anand [en 2000] y Jálifman [1999], ni la calidad de las partidas en Moscú, con las de Nueva Delhi y Las Vegas". Tras elogiar a Jálifman y a Shírov, Kaspárov no escatima halagos para Anand: "Jugó brillantemente en Nueva Delhi. Muchas de sus partidas aún están en la memoria de todos, ya que tuvieron una gran influencia en el desarrollo de la teoría del ajedrez".

Muchos periodistas especializados de prestigio coinciden en augurar un gran futuro a Ponomáriov. Concretamente, le ven entre los cinco primeros del escalafón en pocos años, y recuerdan que los mejores ajedrecistas han destacado casi siempre con todos los ritmos de juego. Kaspárov tiene otra opinión: "Sinceramente, no creo que [el nuevo ritmo] pueda cambiar seriamente las posibilidades de Ponomáriov frente a los tres primeros [Kaspárov, Krámnik y Anand]. Pero sí habrá cambios entre los diez, e incluso los cien primeros, porque los jugadores jóvenes con fuertes nervios tendrán más posibilidades que los más experimentados, o aquellos capaces de producir planes estratégicos elaborados".

Para Kaspárov, "es bastante significativo que el nuevo campeón de la FIDE no sólo está a favor del nuevo control, sino que incluso propugna que se acelere todavía más. Pertenece al grupo de jugadores jóvenes que comprenden su escasa fuerza para insertarse en la élite con las partidas de siete horas". Y anuncia un presagio: "No estoy seguro de si Ponomáriov jugará en Linares", donde está contratado.

Sin mencionar nunca los graves problemas de falta de patrocinio, empates rápidos sin lucha y excesiva duración de las partidas al ritmo clásico, Kaspárov concluye: "Esta es la dirección que ha tomado el desarrollo del ajedrez. En mi opinión, todos aquellos que se preocupan por el ajedrez deben intervenir y prevenir lo que ocurrirá si seguimos por ese camino. Debemos decidir si eso es lo que deseamos, o si será el fin del ajedrez tal como lo conocemos".