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Entrevista:ANTONIO CANALES | Bailaor

"Mis piernas no tienen precio"

Pregunta. Me tranquiliza que haya venido a la entrevista, con la fama de dar plantones que tiene.

Respuesta. He dado algunos [ríe], pero no a las personas que hacen un trabajo serio, porque si no das impresión de inaccesible.

P. También tiene fama de llegar contentito, colocado.

R. Sí, porque a mí me gusta doparme. Hay veces que me dopo de oxígeno solamente, o me dopo oliendo una rosa, o viendo la claridad del día o del sol.

P. Pues eso que se está usted fumando huele que alimenta.

R. A mí el cannabis me gusta, porque además creo que no es una droga. Es mucho peor el alcohol, y está al alcance de cualquier niño de 12 años.

P. Chanson flamenca. ¿No es un mestizaje arriesgado?

R. Sí, porque son dos momentos, dos bohemias y dos artes con mucho carácter y mucha profundidad, y con gente muy selectiva.

P. ¿Y cómo se atrevió?

R. Oí el disco de la chanson, y, cuando escuchaba a Edith Piaf, la voz tan desgarrada, pensé que era igual que en el flamenco, y me pregunté cómo haría un gitano esas canciones. Es un trabajo muy pensado.

P. Y encima, Georges Moustaki vino a bendecírselo.

R. Fue un honor que viniera a cantar Le métèque, que cantó también un gitano, Guadiana, el mejor cantaor que tenemos en España. Después de Camarón, el número uno.

P. Han escrito que en Logroño, cuando presentó el espectáculo, hubo 'un subidón de duende'. ¿Eso en qué se nota?

R. En el rugir de la gente, que no es algo premeditado.

P. 'El duende es el orgasmo de Dios'. Cuánto se pasa, ¿no?

R. Mucho, pero sí lo creo, porque Dios es lo máximo, el mejor creador, y cuando viene el duende es porque suelta ese orgasmo a la creación, y penetra la parte divina que tenemos los creadores.

P. ¿Antonio Canales o Joaquín Cortés?

R. Yo soy un gran admirador de Joaquín. La gente piensa que somos rivales, porque somos coetáneos. Pero Joaquín quizá sea el mejor bailarín que hemos tenido.

P. O sea, que le gustaría ser como él.

R. Para algunas cosas sí: me gustaría tener su eje. Hay cosas que le ha bendecido Dios. Pero yo, hombre, me quedo con Canales, porque adoro mi forma de ser y cómo lo interpreto.

P. ¿Quién es el gran monstruo vivo del baile flamenco?

R. Manuela Carrasco. Y La Chana, de Barcelona. De hombres, yo respeto muchísimo a Mario Maya, y como intérprete me gusta Juan Ramírez.

P. ¿Y la gran promesa?

R. Es díficil. Palomita Fantova, de Cádiz, que tiene 13 años; también la Salazar, y Mónica Fernández; de los chicos, Juan de Juan y Pol Vaquero, que están conmigo. Y de los jóvenes, Farruquito.

P. Veo que se pone usted el altarcillo antes de actuar, como los toreros.

R. Me pongo un incienso, una velita para los humos, mis elefantes y mis medallas de la Virgen de la Estrella y de la del Rocío.

P. Está preparando Minotauro, y dicen que reivindica al macho y al patriarcado. Es usted un antiguo.

R. Al contrario. He intentado demostrar que todos somos un poco minotauros y un poco Teseos, y que tenemos que vencer las debilidades que tenemos: el odio, la envidia, la maldad. Que no seamos Bin Laden ni Hitler.

P. También se ha metido en el cine y va a publicar un libro, Latin lover. ¿No puede con su cuerpo de puro polifacético?

R. Soy bastante polifacético, porque de pequeño me encantaba disfrazarme. Pero cuando hice la película Vengo, de Tony Gatlif, descubrí que interpretar era algo que me apasionaba. Ahora estoy metido en varias.

P. En la cumbre de la OTAN del 97 actuó a petición de Aznar. Ahora, con la presidencia europea, ¿lo que él le pida?

R. Cuando me di cuenta, me dije: 'Dios mío, ¿por qué he bailado en Moncloa, delante de tantos presidentes... y luego tanta guerra...?'.

P. Si le llaman ahora, no va.

R. Tendría que meditarlo.

P. Desde que se ha ido Curro, ¿los toros han perdido interés?

R. Desde que se ha ido Curro es que ya no hay toros. Solamente el miedo que tenía Curro... Los demás no tienen cojones de tener ese miedo.

P. ¿Sigue siendo del Betis a pesar de su presidente?

R. Manque pierda. Aunque Ruiz de Lopera es un impresentable, vaya. Asín de claro.

P. ¿Cuánto valen sus piernas?

R. Estuvieron valoradas mucho tiempo en mil millones de pesetas. Pero yo creo que no tienen precio.

LUIS MAGÁN

PERFIL

Con 40 años y tres hijos, dice que el flamenco no es sólo 'un arte que se toca, se canta y se baila', sino una mujer vendiendo jazmines, un cuadro de Romero de Torres o un texto de Lorca. Aficionado a la caza y la pesca, afirma que le gusta también esquiar, el fútbol, tocar la guitarra y jugar al tenis con su hijo.

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