"Soy lo contrario del carisma"

Pregunta. Muy rompedoras sus declaraciones de que los Reyes Magos no eran ni tres ni reyes.

Respuesta. Fueron a raíz de un libro de Franco Cardini que demuestra lo que era evidente: que los Reyes Magos son una construcción, una leyenda; que tenían más esoterismo de magos que poder de reyes, y que eran cuatro, y no tres.

P. ¿Y entonces a usted quién le traía los juguetes?

R. Prefiero pensar que unos magos.

P. Y ni diciendo esas cosas logra tener muñeco en los guiones de Canal+, con lo que les preocupa la cuestión a usted y a IU.

R. Creo que ahora ha intercedido Wojtyla y parece que lo voy a conseguir.

P. Tiene fama de soso, aunque autocrítico.

R. Tengo fama de serio.

P. ¿Es el salvador de Izquierda Unida?

R. Salvador de nada. Ni de mí mismo.

P. ¿Se encuentra carismático?

R. Soy lo contrario del carisma. Soy bastante normalito, y creo que lo más importante es la ilusión de los militantes.

P. ¿Es el Llanero Solitario, siempre a contracorriente?

R. No. No nos sentimos llaneros solitarios. Representamos a un colectivo social que no vive sus mejores momentos, pero que aspira a ampliarse.

P. ¿Entraron en el Gobierno vasco porque no había otra forma de pillar algo?

R. No. Fundamentalmente porque pensamos que, tras las elecciones, hay una nueva etapa en Euskadi, y que podemos jugar un papel de mestizaje en la política vasca.

P. No me diga más. Por lo del mestizaje han puesto a un director de Inmigración africano.

R. Me refería al de nacionalistas y no nacionalistas. Pero todos los mestizajes son buenos, y este otro también.

P. ¿Les da para pagar la luz en IU?

R. Con dificultades, pero sí: solemos pagar la luz.

P. ¿Con qué político/a le gustaría tener un flirt?

R. No es el ámbito donde yo ligaría.

P. Dicen que jamás habla de sí mismo. Que no se sabe si lo suyo es el fútbol, la cocina o el baile.

R. Yo creo que eso interesa poco. No soy aficionado al fútbol, aunque lo fui a jugar; no cocino, soy de los que calientan la comida [ríe] y preferimos fregar los cacharros. De la poca gente a la que le gusta fregar los cacharros, y algo planchar.

P. Y de baile, nada.

R. Nunca me han atraído ni el baile ni la conducción de vehículos.

P. Sale poco, toma cerveza sin alcohol... ¿Es igual de descafeinado para todo?

R. [Silencio] No, no. En esos gustos soy light -en este caso, sin alcohol, porque me produce gastritis-; pero yo he tomado en mi vida decisiones arriesgadas, condicionando en buena parte una perspectiva profesional.

P. Anguita mataba a los escoltas a partidas de mus hasta las tantas. ¿Usted les da juego?

R. No. Yo soy austero en la relación con los escoltas, y no tengo más que su labor profesional, que me parece muy eficaz.

P. Tiene fama de leer mucho. Incluso libros de Fraga. No se habrá quedado usted así por esto último.

R. No. Últimamente sólo he leído el libro de Fraga sobre las comunidades autónomas, La Administración única, y creo que lo ha olvidado todo, o que no correspondía con sus ideas. No sé si se lo ha escrito un negro.

P. Su mujer es psiquiatra. ¿Le tumba en el diván con frecuencia?

R. Me baja muchas veces a la realidad.

P. ¿En qué línea de patología van sus padecimientos?

R. Un cierto carácter depresivo ante las dificultades internas, y más maniaco, más expansivo ante la adversidad externa. No me gustan los problemas en casa.

P. Médico e hijo de médico. ¿Por eso no se deja operar la rodilla ni muerto?

R. Yo creo que en casa del herrero, cuchillo de palo. Me dejo tocar muy poco por los médicos.

P. ¿Por qué no sonríe? ¿Es una promesa a la Virgen de Covadonga?

R. Yo sonrío cuando Aznar habla catalán: en privado. En las fotos suelen sacarme en momentos de tensión.

P. ¿Su mayor desmelene ha sido aparecer en la revista Zero rodeado de boys de torso desnudo?

R. Desde el punto de vista del compromiso con el movimiento gay quizá sea el mayor desmelene. Pero ya antes había participado en fiestas de este movimiento, en Asturias.

P. ¿Cuándo se suelta el pelo?

R. Habitualmente, en casa, y con mis amigos y mis relaciones personales.