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Tres toxicómanos, asesinados a puñaladas en la región el mismo día

Las víctimas han sido un joven de 26 años y la pareja hallada en Usera

F. Javier Barroso

Tres asesinatos se han producido en la región en menos de 16 horas. Los fallecidos eran todos toxicómanos. El primero se conoció el viernes a las nueve de la mañana, aunque hasta ayer la Guardia Civil no informó de lo sucedido. La víctima fue Alberto Palacio Fuste, de 26 años, cosido a puñaladas a lo largo de la noche del viernes, en un parque de Collado Villalba. Los dos siguientes se produjeron antes de las 16.00 del viernes. A esa hora un drogodependiente encontró sin vida a una pareja de toxicómanos en Usera. Estas muertes se elevan a cuatro los asesinatos producidos en la región en 2002. Ayer, las autopsias practicadas a los cadáveres de Francisco Javier Izquierdo Arribas, de 31 años, y su novia, Susana Gutiérrez Valero, de 27, confirmaron que ambos recibieron varias puñaladas en el vientre y en el pecho. El estudio forense también revela que las víctimas intentaron defenderse: presentan varios cortes en las extremidades superiores.

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Izquierdo y Gutiérrez formaban una pareja estable desde hace unos ocho años. Él estaba metido en un programa de desintoxicación por metadona en el Proyecto Hombre y ya sólo fumaba cocaína, según explicó uno de sus mejores amigos, Francisco Javier Avilés. Ella, por contra, era consumidora habitual de heroína y cocaína. Acudía al hipermercado de la droga de las Barranquillas en cundas, coches que llevan a toxicómanos a lugares de venta a cambio de alguna dosis.

El hallazgo de la pareja se produjo alrededor de las cuatro de la tarde, cuando otro drogodependiente entró en una caseta abandonada de la avenida de los Rosales en su confluencia con la calle de Silvina. Este recinto, situado junto a una fábrica de envasado de pescado, es frecuentado por toxicómanos que acuden a inyectarse su dosis o a esnifar, ya que disponen de una tubería para coger agua y lavar las jeringuillas. Los dos fallecidos estaban sentados y abrazados, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

Según reveló la autopsia, Francisco Javier Izquierdo presentaba varias cuchilladas en el pecho que le causaron la muerte casi en el acto. También había sufrido cortes no muy profundos en una mano y en el antebrazo. Este detalle es el que ha inducido a los investigadores del Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía a pensar que se trata de un homicidio, ya que la víctima intentó defenderse de su agresor.

El cadáver de Susana Gutiérrez tenía varias puñaladas en un costado y en el vientre, lo que debió de producirle una gran pérdida de sangre y la posterior muerte. También había sufrido cortes leves en una mano, al igual que su compañero, al intentar defenderse, según la versión policial.

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La policía baraja como posible móvil del crimen un ajuste de cuentas entre toxicómanos. Los investigadores tampoco descartan que los asesinos de la pareja les apuñalaran para robarles sus dosis de droga. 'Debía de tener muy poca cantidad ayer, porque, siempre que uno no tenía y le pedía, la compartía con los demás. Javier era un tío muy abierto y llegaba hasta esos extremos', comentó su amigo Francisco Javier Avilés. Éste explicó que la pareja vivía en casa de los padres de él, en el barrio de Orcasitas. Sin embargo, acostumbraban a pasar los días en el cercano barrio de San Fermín, junto a la avenida de Andalucía, en los terrenos donde se levantaba hace unos años el poblado chabolista de Torregrosa.

Varios antecedentes

'Los dos cayeron en la droga hace más de diez años. Se conocieron, de hecho, en las cundas, y poco a poco comenzaron a enrollarse', comentó su amigo. Ambos tenían antecedentes policiales por robos, según fuentes policiales. 'Si podían hacerse una cartera para pillar las dosis, ella, sobre todo, no lo dudaba, pero desde luego nunca utilizaban armas ni violencia', añadió Avilés. Él cobraba un subsidio social, ya que era portador del VIH, causante del sida. También recibía dinero de sus padres, con los que aún residía. 'Ella se ha llegado a gastar mucho dinero en droga. Algunas veces ha pillado hasta 20.000 pelas en heroína. Muchas veces le hemos dicho que se metiera en un programa de desintoxicación, pero ella no quería, porque tenía que hacerse muchos análisis y presentar mucho papeleo', explicó otro conocido de las víctimas, Antonio Duque. 'Solían comprarse una micra de cocaína y se hacían un chino [quemaban en un papel de plata la droga y aspiraban el humo]. De esa forma él no daba positivo en los análisis de la metadona', añadió Avilés. Su padre le tutelaba el proceso de desintoxicación.

La policía rastreó la caseta y no encontró el arma homicida. Los investigadores tuvieron además bastantes problemas para determinar si los asesinos resultaron heridos, ya que el local tiene numerosas manchas de sangre seca, procedentes de las dosis que se inyectan los toxicómanos de la zona.

Las primeras pesquisas policiales señalaban que la pareja llevaba muerta más de quince horas desde que fue encontrada, a las cuatro de la tarde del viernes. Sin embargo, los amigos de las víctimas explicaron que les vieron alrededor del mediodía en la zona donde fueron hallados muertos.

Desde principios de año son cuatro las personas que han sido asesinadas en la región, incluidas las tres de los dos últimos días. El primer homicidio se produjo el pasado 13 de enero, cuando Valeriu Margeans, un rumano de 34 años, murió por una herida de arma blanca en el costado izquierdo. Se encontraba en el número 75 de la calle de Santa María de la Cabeza (Arganzuela).

El año pasado se alcanzó el récord de homicidios, con 96 muertes violentas, lo que supuso una cada cuatro días. El portavoz de la Juventud del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid, Óscar Iglesias, exigió al PP 4.000 policías más para la Comunidad. Asimismo, ha reclamado un Observatorio de la Seguridad Ciudadana que sirva como órgano consultivo y receptor de todos los datos sobre la violencia en Madrid. Este observatorio tendría también como objetivo analizar las causas, consecuencias y efectos de la violencia en las calles.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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