EDF quiere el control del suministro a los hogares

Los sindicatos estimaron ayer que la reorganización de Electricité de France (EDF) forma parte de los preparativos para esa 'apertura del capital' del grupo, una intención negada por los portavoces de la dirección de EDF, que aseguraron que la reorganización de la empresa y la cuestión de la estructura del capital son 'dos asuntos distintos'.

A partir del próximo 1 de febrero, el grupo eléctrico francés quedará organizado en ramas geográficas y operativas. Las cuatro de carácter geográfico se anuncian como Europa central, Europa Occidental / Mediterráneo/ África, América y Asia/Pacífico. Las actividades en Francia se organizan en dos ramas operativas, una dedicada a la producción de energía y otra a su comercialización.

Todo ello se completa con estructuras transversales para favorecer las sinergias, 'cualquiera que sea el país donde el grupo está implantado'.

Otra novedad, para esta empresa pública, es la asignación de objetivos de resultados a cada una de las estructuras de EDF. La empresa mantiene su objetivo de realizar el 50% de su cifra de negocio (que se eleva actualmente a 34.000 millones de euros) fuera de Francia en 2005.

La reorganización se produce a dos meses de la cumbre de la UE en Barcelona, donde los jefes de Estado y de Gobierno intentarán ponerse de acuerdo sobre el calendario para una total liberalización del mercado de la electricidad y del gas. En un acto celebrado el pasado día 9 en París, el presidente de EDF, François Roussely, defendió la idea de aprovechar la cumbre de Barcelona para abrir la competencia a 'todo el mercado profesional' de Francia, lo cual implica aproximadamente el 50% del total. En su criterio, el mercado residencial o particular debe seguir siendo un monopolio de EDF.

El presidente de EDF presentó también los resultados de una encuesta realizada por su empresa entre un millón de usuarios -'no hay muchas empresas en el mundo que hayan obtenido tantas respuestas', recalcó-, que ha demostrado el 'profundo compromiso de servicio público' que los franceses esperan de la electricidad.

Y sin pronunciarse por el mantenimiento del control estatal sobre EDF al 100%, Roussely evocó de nuevo el fracaso de la liberalización eléctrica en el Estado de California y la idea de que el modelo de desregulación adoptado hace una década está muy cuestionado.