Una corporación en ruinas
La dimisión de una edil de EA por amenazas deja 8 vacantes en el Ayuntamiento de Zumarraga
Usua Busca no acudió ayer al pleno del Ayuntamiento de Zumarraga (Guipúzcoa) que hizo oficial su dimisión como concejal por Eusko Alkartasuna (EA) harta de las amenazas de los violentos por apoyar a la viuda del edil del PP Manuel Indiano, asesinado por ETA en agosto de 2000. Este municipio ha perdido a ocho de los 17 ediles que tomaron posesión en 1999, aunque EA cubrirá esta misma semana la última baja. Sin embargo, la corporación seguirá muy mermada, puesto que el PSE-EE ha renunciado a sustituir a sus cinco representantes y el PP tampoco tiene quien reemplace a Indiano. Batasuna tampoco ha explicado por qué deja vacante el puesto de Montse Torner, dimitida hace dos años por discrepancias con la línea política de su partido.
La renuncia de la edil nacionalista deja el Ayuntamiento de Zumarraga (10.324 habitantes) en cuadro. Ayer acudieron al pleno cuatro concejales de EA-PNV -se ausentó una representante por su reciente maternidad-, dos de Batasuna, uno del PP y otro de IU. El alcalde, Aitor Gabilondo (EA-PNV), reiteró su 'compromiso con el diálogo y la negociación' para resolver el 'conflicto que padece Euskal Herria', y preguntó a Batasuna si va a seguir utilizando 'la amenaza, la extorsión y la violencia como instrumento de acción política'.
Busca no escuchó estas palabras pero en su memoria resuenan los 'insultos y amenazas' que ha sufrido desde que se colocó al lado de los más débiles. La edil no olvida tampoco la agonía de Indiano, a quien socorrió tras ser acribillado. Le robaron la vida cuando estaba gestándose otra en el vientre de su mujer, Encarna Carrillo. Busca amadrinó aquel bebé que ahora tiene 14 meses y simboliza para ella la vida y la libertad que vio desaparecer con el asesinato de Indiano.
Déficit democrático
'Usua se ha quitado de encima un peso terrible', afirma Encarna Carrillo, con quien guarda 'una gran amistad'. Su compromiso con esta víctima le ha costado un calvario. En Zumarraga le han dedicado pintadas; fue insultada en un pleno de condena por la detención de varios presuntos colaboradores de ETA; el día de Nochebuena los violentos pararon una manifestación frente a su domicilio, y la semana pasada recibió un falso aviso de bomba en su casa.
Harta de sufrir esta presión, Busca ha puesto fin a seis años como edil porque no puede continuar luchando por recuperar el 'bienestar' personal y el de su pueblo natal. Los dirigentes de su partido, como Rafael Larreina, lamentan la situación que se ha originado en Zumarraga después de esta nueva dimisión: 'Es una fiel foto que refleja la realidad del déficit democrático de Euskadi, donde no se pueden defender todas las ideas con libertad', dijo ayer en los pasillos del Parlamento de Vitoria.
'¿Ahora invoca Larreina a la libertad? Sólo se acuerdan de la libertad cuando les toca a sus concejales', apunta Jesús María Mendia, uno de los cinco ediles socialistas que dejaron su cargo en bloque cuando les obligaron a llevar escolta. Estos huecos siguen vacíos porque 'nadie se atreve a colocarse en el centro de una diana', dice Antón Arbulu, ex alcalde socialista de Zumarraga. El acoso de los radicales pone en peligro incluso que el PSE-EE y el PP puedan elaborar sus listas para las próximas elecciones municipales.
'En Zumarraga no hay libertad. Hay mucho miedo y todo el mundo calla'. Encarna Carrillo está 'indignada' porque su amiga Usua 'no merecía esto'. La viuda de Indiano se siente 'sola y cansada'. Con ganas de 'irme de aquí. Nadie se acuerda ahora de nosotros. [El lehendakari] Ibarretxe es el único que se ha preocupado y ha intentado estar cerca. Otros, en cambio, sólo se apuntan a la foto. Aún estoy esperando que la Presidencia del Gobierno y el Ministerio del Interior respondan a mis peticiones de ayuda', explica Carrillo.
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