Un ciclo de lecturas reúne en Córdoba a ocho poetas andaluces
La cuarta edición del Mapa poético, un ciclo de lecturas organizadas por el Instituto Andaluz de la Juventud, que arranca mañana en Córdoba con los versos de Joaquín Pérez Azaústre, y que se prolongará hasta el mes de junio, reunirá en la ciudad a 10 destacados poetas, de los que ocho son andaluces. Ahora que la presencia de más peso en este proyecto es la de Córdoba; gracias a lo que la delegada de Cultura, Rafaela Valenzuela, llamó 'una feliz casualidad', hasta seis jóvenes escritores de la provincia han obtenido importantes premios de poesía en los últimos tiempos, y todos vendrán a presentar sus trabajos.
Esta convocatoria del Mapa poético hará profetas en su tierra, además de a Pérez Azaústre, que ganó el Adonais en 2000 con su libro Una interpretación, a Rafael Espejo, de Palma del Río, que en el mismo año se llevó el Hiperión con El vino de los amantes; a José Luis Rey, de Puente Genil, finalista del Adonais y del Premio Andalucía de la Crítica en 1996 con La luz y la palabra; a Elena Medel, que consiguió el Premio de Poesía Andalucía Joven 2001; a Rafael Antúnez, finalista del Adonais en 2001 con su libro Nada que decir; y a Raúl Alonso, flamante premio Radio Tres de poesía.
Tradición libresca
Esta explosión no permite, sin embargo, hablar de literatura cordobesa. Lo aseguró el poeta Luis Antonio de Villena, encargado de presentar el ciclo: 'es ridículo', afirmó, 'es un gran error, porque la poesía se transmite a través de los libros, y desde el siglo XVI todos los españoles compartimos la misma tradición libresca'. Por tanto, concluyó, no existe diferencia entre la poesía de un asturiano y de un andaluz por razón de procedencia: todo es cuestión 'de estudio y de talento'.
Para Villena, los poetas que participan en el Mapa poético se enfrentan al reto de 'unir caminos que hasta ahora se han visto separados'. Explicó que hay dos voces clásicas en la poesía: 'la lógica y la órfica'. La lógica, completó, es la más nueva, y 'hace que un poema dé la sensación de ser algo claro y coloquial'. Pero nunca ha conseguido desbancar a la voz órfica, que produce la poesía oscura y misteriosa de las sibilas, del poeta-chamán, a través del cual se expresaban las fuerzas de la naturaleza: 'es el otro lado de la realidad, lo que Freud llamaba el Ello'. El desafío, según Luis Antonio de Villena, es combinar las dos voces, 'utilizar claridad y misterio, profundizar en las capas más profundas del subconsciente y traerlas al exterior'.
Junto con los poetas cordobeses, participan en este Mapa poético dos andaluces más, el malagueño Álvaro García, que publicó Para lo que no existe en Pretextos y el granadino Luis Muñoz, Premio Generación del 27 por Correspondencias. También estarán el cántabro Lorenzo Oliván, ganador del Premio Loewe en 2000 por Puntos de fuga y la gallega Miriam Reyes, única representante de la nueva poesía social.
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