Los críticos de IU suspenden la cita de Córdoba para sosegar el debate
Los críticos de Izquierda Unida han decidido suspender la reunión del día 20 en Córdoba -en la que tenían previsto lanzar un manifiesto en favor de la integración y la pluralidad- después de la reacción que el encuentro ha tenido en la dirección, que lo ha interpretado como una declaración de guerra. La coordinadora de Sevilla y representante de este sector, Concha Caballero, explicó ayer que el carácter de la convocatoria se ha 'desvirtuado' hasta generar toda una sucesión de descalificaciones. 'No queremos la crispación; además, tal y como están los ánimos, hiciéramos lo que hiciéramos el día 20 en Córdoba, tendría una mala lectura', señaló.
Caballero añadió que la denominada pinza es un debate cerrado y amortizado en la 13ª Asamblea de 2000 sobre el que es 'estéril' volver de manera reiterativa en lugar de planificar el futuro: 'Se ha discutido hasta la saciedad de esa etapa en la que es cierto que IU cometió errores, que ya están asumidos, pero con el lenguaje de la propia federación y no con el del PSOE'. La portavoz del movimiento crítico -que obtuvo un 46% en la 13ª Asamblea, frente al 54% con el que Diego Valderas salió coordinador- recalcó que no es partidaria de acuerdos con el PP, cuyas políticas neoliberales hay que combatir, en la misma línea que IU federal, 'pero no por eso nuestra organización tiene que ir pidiendo perdón, ya que tenemos un patrimonio político que no se debe derrochar'.
Según Concha Caballero, en este sector no se ha producido ruptura de ninguna clase, en referencia a cómo se ha interpretado que la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar -pieza clave del sector crítico- haya estimado inoportuna la reunión de Córdoba por la proximidad electoral.
Aplazamiento
Los críticos sostienen que la reunión del día 20 ha sido sólo aplazada, ya que estiman necesario un debate de clarificación, enfocado hacia las elecciones municipales, para delimitar el 'perfil propio' de IU, con la máxima participación de las bases en procesos de primarias, compromiso que, dijo Caballero, adquirió Valderas en la 13ª Asamblea.
Por último, la dirigente crítica recordó a la dirección de Diego Valderas la necesidad de ser un factor de 'consenso' y no de enfrentamiento con parte del 'proyecto'. 'Y hay un modelo para hacerlo, que es el federal de Gaspar Llamazares, donde la dirección no sale a descalificar a ningún dirigente, pese que tiene también problemas', finalizó.
Un portavoz del CUT de Juan Manuel Sánchez Gordillo, que milita en ese sector, dijo que las declaraciones del lunes de Valderas son 'desacertadas, provocadoras y están fuera de sitio'. 'Sería lógico que Valderas hubiera respondido a Luis Carlos Rejón [quien le acusó de actuar de manera 'desvergonzada' y dar 'bandazos'], pero un responsable de una organización, que representa a todos, si dice que un compañero tiene intereses personales, tiene que decir cuáles'.
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