"La clave es respetar la esencia del tango"

Malevaje, formación hispana consagrada al tango, alumbra el año 2002 con Vuelvo al barrio, décimo disco en una carrera que el próximo mes de febrero cumplirá los 18 años. El cantante y líder del grupo, Antonio Bartrina (Madrid, 1957), razona cuál es el secreto para mantener viva en España una música tan porteña como el tango: 'Supongo que se trata de no volver a hacer lo que ya está hecho, de no imitar. ¿Cómo se hace rock and roll ahora sin hacer lo mismo que Elvis? La diferencia estriba en que el rock ha ido evolucionando mucho en todo el mundo y el tango no. El resto de la música tuvo un parón con los Beatles, que hicieron que sólo se oyera rock y pop en el mundo. Ahora es cuando se está abriendo un poco el abanico'.

Vuelvo al barrio recoge la gira efectuada por el grupo durante el otoño del año 2000 por Castilla y León, que se grabó en los teatros Juan Bravo, de Segovia; Clunia, de Burgos; el Palacio de la Audiencia, de Soria, y la Casa de la Cultura, de Miranda de Ebro. A tal efecto, Bartrina resalta la conveniencia de locales como los teatros de medio aforo para disfrutar del tango en vivo: 'El teatro siempre ha sido un entorno bueno para el tango. Nosotros hemos tocado en teatros grandes y llenos, y en teatro medios con 2.000 butacas. No creo que funcionara en sitios como La Peineta, por ejemplo. ¡Como para plantearnos una plaza de toros! Aunque vete tú a saber en el futuro. Igual llegas a una plaza de toros y está todo el mundo callado escuchando a la orquesta'. Vuelvo al barrio incluye 16 temas, interpretados en formación de trío instrumental -contrabajo, bandoneón y guitarra, más la voz del propio Bartrina-, entre las que se encuentran algunas de las más inmortales canciones del género: Esta noche me emborracho, En esta tarde gris, María o Malevaje. También hay tangos de nuevo cuño compuestos por el propio Antonio Bartrina, como Tango Amigo o Epílogo 2, en los que se revela con claridad el respeto de Malevaje por la esencia del género: 'Siendo respetuosos y manteniendo la esencia del tango todo se puede hacer, y creo que hay que hacerlo porque es la manera de que la música evolucione. En el tango, en el rock, en el flamenco y en todo. La música ha ido evolucionando porque se le han ido añadiendo y quitando cosas. Mientras se respete la esencia... Ni siquiera digo el mecanismo, porque Astor Piazzolla lo rompió en su momento'. Lo que ya no convence tanto a este amante y practicante del tango es 'ese mestizaje tan de moda ahora'. El músico cree que se ha desvirtuado bastante: 'Hay ciertas cosas que en un principio estaban muy bien cuando salían de manera natural. Pero cuando hay que hacerlas por obligación, simplemente por hacerlas, resultan unas cagadas... Es como la salsa, que, por saturación y mal uso, aburre ya a los muertos'.

Atmósfera propia

No obstante, por su pertenencia a un país latino, el tango requiere una atmósfera propia del todo especial. Bartrina explica: 'Eso es porque se ha desarrollado en el país menos suramericano de toda Latinoamérica, que es Argentina, y en Buenos Aires que es la ciudad más europea de Argentina. Su modo de vida, la arquitectura, la cabeza de la gente... Quizá sea la ciudad más europea de toda América, lo menos tercer mundo que hay, y eso se refleja en su música'.

También la emigración y el sentimiento de desamparo en la gran urbe han sido excepcional caldo de cultivo para esta música. 'Allí han estado puteados desde siempre. En la época de las emigraciones, éstas iban, sobre todo, a Argentina. Por eso el tango es una música urbana, pero con desarraigo también. En principio lo inventaron los emigrantes italianos, españoles, franceses que salieron de su país a buscarse la vida y se encontraron con una situación peor que la que dejaron. De ahí viene la añoranza'.