El viento sopla a favor del Madrid

El Madrid actual también sabe ganar cuando pintan bastos y los partidos se tornan volcánicos. Así sucedió ayer en Chamartín, donde el Valencia puso al Madrid contra las cuerdas en muchas fases de un partido áspero, bronco y disputadísimo, afeado por un pésimo arbitraje. El encuentro dejó todo tipo de secuelas. En el plano estrictamente deportivo, ambos equipos expusieron algunos detalles -empezando por dos porteros soberbios- y jugaron con una extraordinaria determinación, sobre todo el conjunto visitante, que globalmente fue mejor.

Con mucho orden y enorme fogosidad el Valencia logró despersonalizar al Madrid, que se sintió despojado de sus mejores virtudes. La noche no estaba para ir de paseíllo y el líder tuvo que ponerse el mono y remangarse. No tenía otra salida. Con el cuchillo entre los dientes, el equipo de Benítez, doblegado por un gol de Morientes tras robar la cartera a Albelda, llegó vivo hasta el final y agobió de lo lindo al Madrid. Entonces, el choque derivó casi en un conflicto bélico, con el césped del Bernabéu sembrado de minas. La cita no sólo dejó huellas deportivas interesantes, sino que a buen seguro más de uno tardará unos días en aliviar el dolor tras la multitud de cera repartida por ambos bandos. Que el Madrid saliera airoso de la pelea dice mucho a favor del líder, capaz de invertir su juego en días de tormenta. Los astros están con este Madrid, capaz de sumar incluso cuando el enemigo le supera.

Con los tres puntos asegurados en Chamartín, el Madrid abrió un boquete mayor con el propio Valencia y con el Depor, que de nuevo la pifió fuera de Riazor, esta vez en Valladolid (3-0). El equipo de Irureta, que otra vez jugó con un sólo delantero (Makaay) ha logrado un punto en sus siete últimas salidas, todo un despropósito para un aspirante al título. Gallegos y valencianos ya circulan a cinco puntos del Madrid y tienen entre medias al desconocido Athletic de Heynckes, segundo a cuatro puntos.

También a cinco puntos transita el Barça, pero el equipo azulgrana tiene mejor pinta que el Depor y el Valencia. Con la plena recuperación de Rivaldo, ayer autor de dos goles frente a un dificilísimo Sevilla (3-1), los azulgrana parecen haber cogido el carril adecuado. Rexach se ha dejado de inventos y en el Camp Nou la hinchada comienza a recitar de memoria la alineación. Con Rivaldo enchufado, hoy por hoy el Barça se muestra como el rival más temible para este voraz Madrid.