La cantera como recurso o alternativa

Uno por necesidad (el Sevilla) y el otro por conveniencia (el Barcelona), los dos equipos que hoy se enfrentan en el Camp Nou han tirado de la cantera en un ejercicio en que por el momento se impone la tesis del Madrid: Zidanes y Pavones. Los azulgrana han acabado por seguir el ejemplo blanco y a los sevillistas no les ha quedado otra opción que optimizar recursos.

En junio de 1997, el Atlético de Madrid fichó a la joven estrella de la cantera del Sevilla José Mari, de 18 años. La marcha del jugador, que actualmente milita en el Milan, dejó cero pesetas en las arcas del equipo sevillano y una sensación de expolio de la cantera que provocó heridas que aún no han cicatrizado. Otros jugadores de la fábrica en que se han convertido los escalafones inferiores sevillistas, como Lauren, Carlitos o Campano, ya protagonizaron episodios parecidos, aunque menos sonados.

Tras la salida de José Mari, el equipo andaluz cambió los contratos de los jugadores jóvenes

Desde lo ocurrido con José Mari, la secretaría técnica del Sevilla, dirigida por el ex portero Ramón Rodríguez, Monchi, ha blindado a los jugadores canteranos con un doble objetivo: evitar sucesos tan traumáticos como el de José Mari con jugadores que pueden reforzar la plantilla sevillista y, una vez consolidados en el fútbol profesional, tenerlos bien atados para que, con su venta a otros equipos, mejorar el estado de las maltrechas arcas del club sevillano.

Los jóvenes futbolistas, antes de jugar su primer partido oficial con el primer equipo, reciben una oferta de contrato profesional, que la mayoría acepta y en la que se fijan elevadas cláusulas de rescisión. Conclusión: o se quedan y refuerzan al equipo o, si se van, la que sale reforzada es la economía de la sociedad.

Fueron salvavidas financieros para el Sevilla las ventas de las mejores perlas de su cantera en los últimos años, todos por cifras que rondaron los 1.000 millones de pesetas: Velasco y Jesuli se han consolidado en el Celta y Marchena y Salva están recién llegados al Valencia.

Una política que también tiene sus riesgos. Si la evolución del joven en la primera plantilla no es la esperada, difícilmente encontrará el Sevilla un comprador para afrontar cláusulas tan elevadas. Ejemplos ilustrativos de estos peligros son los de David Cañas u Óscar Silva que, tras debutar y quedar tasados entre 500 y 1.500 millones de pesetas, han acabado jugando en equipos de Segunda B por la obligación que el Sevilla tiene de renovar a sus canteranos automáticamente hasta que cumplen 25 años.

En la actual plantilla del Sevilla, tres o cuatro futbolistas, con las espaldas cubiertas con altas cláusulas de rescisión, ocupan el escaparate en el que Monchi y el presidente, Roberto Alés, tienen puestas sus esperanzas de supervivencia económica del equipo a corto plazo. Francisco, Víctor, y, sobretodo, Gallardo y Reyes son el mejor producto que el Sevilla puede ofrecer hoy por hoy al mercado futbolístico. Un producto que, seguramente, brillaría en cualquier equipo de alto nivel.

El último en incorporarse a estos listados, tras irrumpir directamente en el primer puesto por su calidad, su velocidad y su desparpajo, ha sido el delantero Reyes. El jovencísimo jugador ya llamó la atención en la temporada 1998-99, cuando solo tenía 15 años. El entrenador sevillista de entonces, Marcos Alonso, quería hacerlo debutar en Segunda División, cuando el Sevilla luchaba por el ascenso. Pese a que la ley prohibe a los menores de 16 años competir a nivel profesional, el Sevilla intentó refugiarse en el artículo 6.4 del Estatuto de los Trabajadores, que recoge que un menor puede intervenir en espectáculos públicos siempre que la autoridad laboral conceda un permiso expreso. La máxima autoridad en aquel momento era el ministro Manuel Pimentel, reconocido sevillista, que, pese a sus colores, denegó la autorización.

Ese mismo año, firmó su primer contrato bajo la apariencia de una supuesta ayuda familiar y de estudios para el chaval. Al año siguiente llegó a debutar en Primera y esta temporada, con su equipo de vuelta en la máxima categoría, ha estallado profesionalmente. Su gran rendimiento ilusiona a la afición en lo deportivo y al Consejo de Administración en lo económico.

Reyes es baja para el partido de hoy en el Camp Nou, donde al Sevilla le aguarda un Barcelona que, tras dar muchas vueltas, ha decidido pararse y apostar, por segunda vez en lo que va de temporada, en una misma alineación que incluye a medio equipo de la cantera (Reina, Puyol, Sergi, Gabri y Xavi) y sólo dos fichajes de los trece realizados en los últimos dos años (Christanval y Saviola). Carles Rexach dispone a las estrellas en ataque (Saviola, Kluivert y Rivaldo) y a los jugadores procedentes de los equipos inferiores en la parcela central o defensiva. Charly ha convocado, por lo demás a Gerard, Geovanni, Rochemback, mientras prescinde de fichajes como Coco, Overmars, Andersson, con molestias, al igual que Luis Enrique.

Barcelona: Reina; Puyol, Christanval, Frank de Boer, Sergi, Gabri, Xavi, Cocu; Saviola, Kluivert y Rivaldo.

Sevilla: Notario; Njegus, Juanmi, Pablo Alfaro, David; Gallardo, Casquero, Francisco, Fredi; Víctor y Toedtl.