Día cultural de críticas, anuncios y apologías

La jornada de ayer fue pródiga en anuncios, debates y apologías, todas ellas en el terreno cultural. Mientras el portavoz parlamentario del PP en esta materia, David Serra, destacaba en su valoración del año que 'hasta Fidel Castro aplaude la política cultural de la Generalitat valenciana, 50 profesionales del sector teatral respondían, no sin ironía crítica, al estado de la cuestión pergeñado por el director artístico de Teatres, Jaime Millás, y la subsecretaria general de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, anunciaba que Irene Papas asumirá la dirección artística de otro montaje teatral Infinities, tras las polémicas Troyanas, en la presentación del proyecto Delving (ahondando) en la Valldigna. A su lado, el nuevo director general de Patrimonio, Enrique Esteve, aprovechó la ocasión para anunciar que la Generalitat destinará en el bienio 2002-2003, 900.000 euros (150 millones de pesetas) para la rehabilitación de la almazara, el Palau del Abad y la bóveda capitular del monasterio. Una jornada, pues, bastante intensa.

Patrimonio desbloquea con unos 900.000 euros la rehabilitación de La Valldigna

50 profesionales del teatro piden superar el enquistado debate y centrarse en el futuro

Delving en la Valldigna, así se llama, es un programa europeo de cooperación dirigido a divulgar internacionalmente el patrimonio natural, arquitectónico y cultural del valle y la historia del cenobio cisterciense. Además, el monasterio de Santa Maria de la Valldigna, ubicado en Simat, acogerá los días 19, 20 y 21 de abril el Foro Valldigna para el Mediterráneo (Cultura y solidaridad, instrumentos por la paz), con el patrocinio de la Unesco y la Unión Europea. Paralelamente, se inaugurarán en Valencia tres exposiciones sobre los judíos españoles según fuentes hebreas, la pintura española y la contemporánea egipcia, y la cerámica de Paterna en relación con las culturas árabe, judía y cristiana.

Infinities es un proyecto experimental concebido por Luca Ronconi, director del Piccolo Teatro de Milán, que según comentó Ciscar, se estrenará dentro de la programación de la nonata Ciudad de las Artes Escénicas de Sagunto. La obra es 'una provocación' inspirada en John Barrow que 'investiga sobre las posibles convergencias entre el teatro y los nuevos lenguajes en un itinerario interdisciplinar y creativo', apuntó Císcar. En su representación participarán medio centenar de actores y estudiantes valencianos.

El estreno del montaje se incluirá en las actividades culturales que el Consell programará en abril con motivo de la conferencia ministerial Euromediterránea, coincidiendo con la presidencia de España en la UE, que se celebrará en Valencia.

Todos ellos son proyectos concebidos para proyectar la imagen valenciana en el mundo, tal y como subrayan los dirigentes de la Generalitat y del PP. Como el diputado David Serra, quien se mostró ayer triunfalista debido a que los 'grandes proyectos culturales y artísticos', como la Bienal de Valencia, están reportando 'una dimensión más allá de las fronteras de la Comunidad Valenciana'. Así lo han dicho dirigentes hispanoamericanos como Vicente Fox o Fernando Henrique Cardoso, además de Castro, a pesar de que está en las 'antípodas ideológicas' del PP.

Serra realizó un repaso de actuaciones como La llum de les Imatges, La Biblioteca Valenciana o las ampliaciones de los museos de Bellas Artes de Castellón y Valencia para concluir que en la etapa protagonizada por el PP se han registrado 'logros históricos en el mundo de la cultura y en la internacionalización' de esta politica. Serra insistió en que los 'grandes proyectos' beneficiarán a los distintos profesionales valencianos.

Una idea que no comparte el sector teatral, que se ha mostrado muy crítico ante montajes como Las Troyanas. Ayer, medio centenar de profesionales, entre actores, directores o dramaturgos, reclamaron en una carta remitida al director de Teatres, Jaime Millás, que defina 'claramente cuáles son los retos a los que todos, sociedad civil, creadores y administración, nos enfrentamos'. La misiva puntualiza diversas afirmaciones de Millás y rechaza, por ejemplo, que la Comunidad Valenciana dedica mayor presupuesto al teatro que la madrileña. También se remarca que, al margen de 'porcentajes y estadísticas' sobre las ayudas, la realidad incontestable es que las artes escénicas valencianas hace años que alcanzaron su mayoría de edad, y la fecha de partida no es, desde luego, la de 1995'. Al final, los profesionales reconocen la sensibilidad de la Administración y se muestran partidarios del diálogo para trabajar en los retos de futuro, como la Ley del Teatro o el Teatro Nacional.