La fiscalía encarga a los Mossos un informe sobre el mercurio del Ebro

Tras 15 días de la aparición de más de 3.000 peces muertos en el río y después de que la contaminación llegara al agua de boca de 40 municipios de Tarragona, las administraciones todavía no han sido capaces de explicar la causa de la mortalidad de los animales, así como el origen del vertido. Mientras, la Fiscalía de Tarragona, que ha abierto diligencias, ordenó ayer a la Dirección General de Seguridad de los Mossos d'Esquadra un informe exhaustivo sobre el suceso. La Confederación Hidrográfica del Ebro, por su parte, inspeccionó ayer la fábrica Ercros, sin encontrar rastros de vertidos ilegales.

La Fiscalía de Tarragona, según explicó ayer el fiscal jefe, José María Parra, ha ordenado un informe sobre qué empresa ha podido ser la causante del vertido, las anomalías en las que habría incurrido y la causa de la muerte de los peces. Al informe de los Mossos se sumará, según avanzó ayer, otros realizados por los departamentos de Medio Ambiente y Sanidad del Gobierno catalán y por los organismos encargados de la gestión del agua.

La investigación de lo sucedido continúa en diferentes frentes. Si los técnicos de la Agencia Catalana del Agua ya inspeccionaron Ercros la pasada semana, ayer la inspección fue de los técnicos de la CHE, que se desplazaron hasta las instalaciones de la fábrica de Ercros en Flix.

La posterior reunión mantenida con los responsables de Medio Ambiente de la fábrica no ofreció resultados sobre el origen de un vertido ilegal que habría contaminado las aguas del Ebro con mercurio y llegó hasta el agua de boca suministrada por el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT).

El responsable del control de calidad de la CHE, Luis Pinilla, explicó ayer que el hecho de que la inspección de los sistemas de vertido haya resultado negativa 'no quiere decir que no se haya producido ningún vertido'. La CHE, cuyos representantes también visitaron ayer Ascó, había mantenido hasta ahora que la muerte de los peces se había producido por estrés térmico. Ayer no descartó la hipótesis de un vertido como causa; la misma que apunta el Departamento de Medio Ambiente, que ha abierto un expediente informativo a la fábrica Ercros, ubicada en Flix.

El alcalde de la población, Antoni Sabaté (PSC), es el centro de una polémica generada con los delegados del Gobierno en Tarragona y en las tierras del Ebro, César Puig y Francesc Sancho, respectivamente. Ambos han criticado el comportamiento de Sabaté al no comunicar la posible existencia de problemas en Ercros durante las nevadas del pasado mes de diciembre al organismo competente y, posteriormente, condenar por falta de transparencia la actuación de los delegados. Sabaté, por su parte, continuó ayer demandando la instalación de un laboratorio para el análisis completo del agua de L'Ampolla, aseguró que los análisis del agua que bebe su población han sido correctos y exigió mayor colaboración institucional.

Mientras tanto, los partidos de la oposición exigieron ayer al nuevo consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, que comparezca inmediatamente en el Parlament para informar sobre esta crisis ecológica y sanitaria. El portavoz del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal, dijo que no habría obstáculo alguno para convocar la Diputación Permanente de la Cámara con objeto de que pudiera realizarse la comparecencia.

La diputada de Iniciativa-Verds Dolors Comas, que también pidió la comparecencia de Espadaler, destacó la gravedad de la actuación del delegado del Gobierno catalán en las tierras del Ebro, Francesc Sancho, presidente del Consorcio de Aguas de Tarragona, quien no avisó de la contaminación del agua a las comarcas ribereñas del Ebro ni cuando se comunicó a Tarragona.