Telefónica acude al juez para montar su propia red de móviles en el metro

Telefónica Móviles ha presentado una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra la Consejería de Urbanismo, Obras Públicas y Transportes, dirigida por Luis Eduardo Cortés, por impedir a esa compañía tender su propia red en el metro para ofrecer cobertura a los teléfonos móviles. La Comunidad adjudicó esta concesión en exclusiva a la empresa Metrocall, participada por Metro (empresa pública), pero las dificultades técnicas y la falta de acuerdo con las operadoras -Telefónica, Vodafone y Amena- han retrasado ya un año el proyecto.

Los usuarios del metro seguirán previsiblemente sin poder hablar por el móvil en los próximos meses. Telefónica Móviles, que cuenta con más de 16 millones de clientes, presentó el pasado 22 de octubre una denuncia ante la Sección Novena del TSJM contra una resolución adoptada ese mes por la Secretaría Técnica de Obras Públicas. Dicha resolución rechazaba la petición de Telefónica de instalar su propia red de antenas en el metro para dar servicio a sus abonados.

La raíz del conflicto está en la decisión que tomó la Comunidad el pasado marzo de conceder a la empresa Metrocall -participada en un 60% por la sociedad Tecnocom y en un 40% por la empresa pública Metro de Madrid- el derecho a desplegar una red en el metro que permita dar cobertura a los celulares. Las operadoras (Telefónica, Vodafone y Amena) tendrían que alquilar luego esa infraestructura para prestar el servicio, lo que reportaría a Metrocall unos ingresos de más de 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros) anuales.

Las operadoras se consideran discriminadas por la decisión del Gobierno regional, y exigen poder desplegar cada una su propia red de telefonía en el subterráneo. En ese objetivo se sienten legitimadas por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), dependiente del Ministerio de Economía y máximo organismo regulador de la telefonía, que en septiembre de 2001 dictó una resolución en la que paralizaba el inicio del servicio por entender que la concesión en exclusiva a Metrocall vulnera las reglas de la libre competencia.

La CMT advirtió de que sólo levantará esa prohibición cuando se den las mismas oportunidades a todas las compañías y se les permita, por tanto, montar su propia red en lugar de obligarles a alquilar la de Metrocall. Tanto Obras Públicas como Metro alegaron en su defensa su derecho a utilizar las instalaciones ferroviarias, no reconociendo a la CMT competencias para obligar a compartirlas o cederlas a terceros.

Tres intentos

El pasado marzo, Telefónica Móviles presentó ante la consejería una solicitud pidiendo autorización para la 'ocupación de determinados bienes de dominio público de titularidad de la Comunidad'. Se refería a la línea 8 del metro, que enlaza Mar de Cristal con el aeropuerto. La solicitud no prosperó y la operadora volvió a reiterarla en mayo. Ante el silencio administrativo, Telefónica presentó el 17 de julio un recurso de alzada ante la consejería, que fue igualmente desestimado por ésta el 17 de octubre. Finalmente, la compañía de telefonía ha decidido llevar al Ejecutivo regional ante los tribunales.

La batalla legal deja en el aire un proyecto en el que hay comprometida una inversión de 9.500 millones de pesetas (57 millones de euros) y que ya acumula un año de retraso. La empresa Metrocall sigue manteniendo conversaciones con las compañías de móviles para desbloquear el conflicto. Fuentes de Obras Públicas señalan que las posturas están más cercanas y que el acuerdo podría llegar en breve. Pero una opinión muy distinta tienen las operadoras, que entienden que no ha habido ningún avance sustancial en esas negociaciones.

Una de las razones que esgrime Telefónica Móviles en defensa de su postura es su experiencia, que contrasta con la bisoñez en este tipo de proyectos de Metrocall, creada expresamente para el metro. Telefónica ofrece cobertura total en las líneas de Cercanías de Madrid, al igual que en los metros de Barcelona, Bilbao y Valencia. En Madrid opera en las estaciones de Argüelles, Sol, Aeropuerto, Plaza de Castilla y en el intercambiador de Moncloa.

La situación es muy distinta en el caso de Metrocall. De las 201 estaciones y 171 kilómetros de túneles que tiene el metro madrileño, la única línea a la que dota ahora mismo de cobertura es la 8. Su funcionamiento servirá de prueba para extender el sistema. La primera fase pretendía cubrir las líneas 1 (Plaza Castilla-Congosto) y Circular a finales de 2001 y, en junio del presente año, concluir el tramo que une Nuevos Ministerios y el aeropuerto de Barajas, pero este calendario se ha retrasado indefinidamente.